Tras el acto de inauguración a cargo del presidente del puerto de Barcelona, Sixte Cambra, y el conceller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña, Josep Rull, se han iniciado las ponencias y mesas redondas donde han participado profesores y catedráticos españoles, entre otros expertos en la materia, así como miembros de autoridades portuarias internacionales. Según ha declarado Josep Rull, el nuevo reglamento defiende el modelo de descentralización portuaria como modelo de éxito ya que «en el momento en que los puertos han tenido más capacidad para tomar sus propias decisiones, el crecimiento de la actividad portuaria ha sido exponencial».
El ponente de la legislación en el Parlamento Europeo, Knut Fleckenstein, ha centrado su discurso en la eficiencia que supone la liberalización del sector que promueve el nuevo reglamento. “La nueva normativa contribuirá a una eficiencia ligada a una total transparencia, además de a una minimización de burocracia” entre otros factores que harán al sector “más competitivo”. El cargo europeo es consciente de que el Reglamento UE 2017/352, que se aplicará en un plazo de dos años, no solucionará todos los problemas, pero sí “creará una estructura robusta de trabajo”.
También ha hecho mención al concepto de puerto, que actualmente ya no es solo el de cargar y descargar mercancía, sino que, a día de hoy, las infraestructuras portuarias representan un movimiento logístico muy importante, así como un hub igual de característico para la economía de cualquier país, y por tanto la necesidad de entenderlo como una herramienta estratégica.
Gracias a la entrada de la nueva comisaria europea de Transporte, Violeta Bulc, se ha conseguido un “enfoque más pragmático” según el mismo, y “su soporte ha creado una estructura de las reglas básicas”. En definitiva, “aunque esta regulación no sea un cambio demasiado revolucionario, proporciona las reglas básicas del juego. Con la suficiente libertad y la correspondiente transparencia, se actuará como un sector más estratégico y más eficiente”.
Otro enfoque sobre la prestación de servicios portuarios
Frente al anterior discurso, el catedrático de derecho mercantil en la Universidad Autónoma de Madrid, Ricardo Alonso Soto, ha puesto de relieve la doble normativa a la que está sujeto a partir de ahora el sistema portuario español, en tanto en cuanto dicha dualidad pueda afectar a algunos de los apartados. Aunque en la mayoría de los puntos las normas coinciden o son muy similares, hay aspectos que “han generado preocupación en la práctica”, que son las condiciones laborales de los prestadores de servicios que no sean empresas nacionales, si no empresas de otros estados. El ponente ha hablado en cuanto a los servicios de prestación portuaria como son el practicaje o la gestión de residuos, sujetos a una limitación en el número de operadores, por ejemplo. También ha hablado sobre la captura del regulador, el registro de empresas prestadoras, así como del paso que se ha dado del anterior control preventivo de dichos prestadores al actual control expositivo.
“No creo que el nuevo reglamento vaya a generar problemas en la prestación de servicios, pero los problemas no suelen estar en la norma, que es, como hemos observado, bastante similar, el problema viene en cómo se aplica. El núcleo duro del problema va ser el cómo se hacen y formalizan los pliegos de prescripciones particulares, que son la clave en la prestación de los servicios”.
A pesar de que el catedrático coincide con las líneas generales del texto comunitario, ha declarado que “la normativa no es del todo completa y deja márgenes de interpretación y algunas interpretaciones pueden resultar criminales o ser contrarias a la otra norma”.