La empresa pública Ports de la Generalitat ha publicado las cifras de cierre de 2021 en el puerto de Palamós, que cerró el ejercicio con 188.691 toneladas movidas, con un incremento del 32% respecto al año 2019, periodo de antes de la pandemia, y con un crecimiento del 62%, comparativamente con el año 2020.
En conjunto, la actividad comercial de la infraestructura portuaria gerundense ha aumentado el volumen de todas las mercancías: barita, pasta de papel, productos siderúrgicos, biomasa y colza. En cuanto a los tráficos, un 84% de los productos provienen del mercado importador y un 16% se destinan al mercado exportador.
El volumen de mercancías logrado en 2021, se ha dividido entre 70.583 toneladas de barita (38%), 62.680 toneladas de pasta de papel (33%), 25.127 toneladas de productos siderúrgicos (13%), 17.633 toneladas de biomasa forestal (9%), y 12.668 toneladas de semillas de la colza (7%).
Tipología de mercancías
La barita se sitúa por primera vez al frente de las mercancías operadas en Palamós durante el año 2021. Este producto es un mineral que se usa como componente para la fabricación de pinturas para dar consistencia, blanquear la cerámica o para dar resistencia al vidrio, entre otros. Se importa de los países del Magreb y de China. Se trata de un tráfico –desde China- que vuelve a Palamós después de una década sin escalar.
La pasta de papel continúa teniendo un buen comportamiento en el puerto: es un producto que se importa de países de Sudamérica, Norteamérica y Europa. Con esta mercancía se elaboran pañuelos de papel, pañales, compresas o papel higiénico, entre otros.
Los productos siderúrgicos que se importan son barras, tubos y perfiles de acero. En 2021 se ha incorporado un nuevo tráfico, los rollos de acero, conocido como Alambrón que se utiliza, por ejemplo, para hacer las mallas de acero con las que se cubren partes de los taludes para evitar desprendimientos.
La biomasa forestal se exporta principalmente en Francia e Italia, donde las centrales eléctricas la transforman en energía verde.
Las semillas de colza, planta que se cultiva en las comarcas del Baix Empordà, Pla de l’Estany y Osona y se recolecta a finales de junio o principios de julio, se extraen y exportan por vía marítima hacia Holanda, Reino Unido y Francia, donde se transforman en biocombustible.
Las características de este puerto, ubicado en una de las bahías más profundas del Mediterráneo hacen que pueda acoger a buques de gran calado y tonelaje, puesto que dispone de un muelle para mercancías de 382,5 metros de longitud con un calado de 12 metros.
En cuanto a la actividad comercial se trata de un recinto especializado en carga general, mercancías a granel y project cargo. Este año, las mercancías a granel han sido la barita, la biomasa y la colza. Así mismo, los productos de carga general han sido la pasta de papel y los productos siderúrgicos. Este año pasado no ha habido operativa de project cargo.
Cruceros en la Costa Brava
Por otro lado, después de un año y medio de parada de la actividad de cruceros en la Costa Brava y en el Mediterráneo en general, el pasado otoño Palamós y Roses recibieron siete y dos escalas, respectivamente, y casi 4.000 pasajeros en total. Estas escalas fueron las primeras que llegaban con esta nueva realidad.
Los nueve cruceros del año pasado aportaron turistas en temporada baja a la Costa Brava. Este año se prevé una temporada buena, pero todo dependerá de la evolución de la pandemia.