No ha habido daños personales, aunque la estructura de los dos buques ha quedado seriamente dañada. Tampoco ha habido daños medioambientales. La proa del LE SHENG quedó destruida por la colisión. El granalero panameño, gestionado por K Line desde el Reino Unido, por su parte presenta una abertura considerable en el costado de estribor. El primero está atracado en Algeciras, mientras el CAPE MED permanece a resguardo en aguas de La Línea.
Tras la colisión, ambos buques fueron inspeccionados por funcionarios de la Capitanía Marítima de Algeciras, que ha puesto la información del siniestro en manos de la secretaría de la CIAIM por si ésta decide investigar el caso, ocurrido en aguas territoriales españolas, o deja la investigación a cargo de la capitanía.
Parece fuera de duda que al menos uno de los dos buques desatendió la vigilancia desde el puente, o no pudo maniobrar de acuerdo con la reglas del reglamento de abordajes (COLREG) debido a algún fallo en el sistema de gobierno.