La cumbre auspiciado por la ONU, y su agencia marítima, la OMI, forma parte de la política decidida hace un año, partidaria de hacer frente a la piratería contando con los gobiernos de la zona, en vez de crear una fuerza multinacional, como se hizo en las aguas del Índico para luchar contra los piratas somalís.
Aunque no se conocen todavía las decisiones finales de la cumbre, el nivel de las discusiones y los reiterados enfrentamientos de los países participantes permiten anticipar que será difícil que se llegue a algún acuerdo efectivo.