A principios de mayo de este año, en los trabajos de preparación de estos artículos, en la página en red de la Ciaim aparecían, entre otros, cuatro accidentes sujetos a investigación. Correspondían a los buques JAUME I, blackout y embarrancada el 7 de febrero de 2019; ROSALIND FRANKLIN, pérdida de control el 27 de octubre de 2020; NÁPOLES, abordaje ocurrido el 31 de julio de 2019; y SICILIA, por derrame de combustible en el puerto de Málaga el 16 de agosto de 2019. Estos dos últimos “investigaciones lideradas por otras Administraciones con colaboración de la Ciaim”
Revisada en los últimos días la misma página oficial de la Comisión, han desaparecido los cuatro accidentes citados. Tan irregular situación nos llevó a ponernos en contacto con la Ciaim para que nos explicaran qué había pasado. En su respuesta la Ciaim niega que el siniestro del buque NÁPOLES haya estado registrado en la base de datos de la Comisión y que el accidente del SICILIA “nunca estuvo en fase de investigación por la CIAIM, ya que así lo decidió el Pleno en el año 2019 tras analizar la notificación del accidente y la información recopilada sobre él, siguiendo el procedimiento habitual de esta Comisión y, teniendo en cuenta que Chipre, país de bandera del buque, no lo iba a investigar. Por tanto, si en algún momento este accidente figuró en la página web de la CIAIM como accidente en investigación solo pudo deberse a una errata”.
Sobre los accidentes del JAUME I y del ROSALIND FRANKLIN, la respuesta fue que “se volvieron a examinar por el Pleno en la reunión de junio de 2021 a propuesta del secretario, y se acordó el archivo de ambos expedientes al entenderse que de su posible investigación no iban a extraerse enseñanzas para la seguridad marítima. Ambos sucesos fueron calificados en el año 2019 como accidente leve, y no tuvieron consecuencias. En ninguno de los dos casos los países de abanderamiento de ambos buques (Malta y Chipre, respectivamente) abrieron una investigación de seguridad”.
La respuesta, como habrá concluido cualquier lector, no resulta convincente. La negativa constituye, en el fondo, una prueba de que ambos accidentes figuraban en la página oficial de la Ciaim. Damos fe. Puede entenderse que el accidente del NÁPOLES, que no está abanderado en Malta como afirma la Ciaim, sino en Chipre (https://www.equasis.org/EquasisWeb/restricted/ShipInfo?fs=Search), ocurrido en un puerto extranjero, no se investigue, aún tratándose de un buque de pasaje. Pero el caso del SICILIA, un derrame en el puerto de Málaga de unos 8.000 litros de combustible, no tiene justificación. La razón invocada por la Ciaim resulta pasmosa, por vaga y por increíble. ¿De verdad alguien puede pensar que de la investigación de un derrame de 8.000 litros de combustible en aguas portuarias no se obtendrá alguna enseñanza?

Los casos del JAUME I y del ROSALIND FRANKLIN, son, si cabe, más graves. Ambos ondean, según la base de datos Equasis, de la Comisión Europea, bandera de Chipre. Y si el Pleno decidió revisar su anterior decisión, en contra de la tendencia que mantienen los organismos de investigación de los grandes paises marítimos y sin valorar justamente que de los datos conocidos se infiere que ambos pudieron causar víctimas mortales y graves problemas medioambientales, estaba obligado a explicarlo en la página en red, o como mínimo a dejar constancia de la decisión. Lo que constituye una inaceptable irregularidad es quitar los accidentes de la lista, sin más, pues semejante actuación da pie a presunciones que ponen al Pleno de la Ciaim al borde del delito.
Cabe preguntarse desde cuando la Ciaim elimina investigaciones una vez iniciadas, o al menos previstas, incluidas en la relación que publica en su página en red. La transparencia exigible obligaría a la Comisión a dar la lista completa de los accidentes e incidentes que le notifican y señalar los que considera no investigables. Podríamos así saber por qué la colisión del PINAR DEL RÍO en el puerto de Málaga, el 1 de mayo de 2017, por pérdida del gobierno del buque; y la embarrancada del mismo buque en San Antonio de Ibiza el 8 de junio de 2018, en la que tuvieron que evacuar por mar al pasaje, no se investigaron. Ahora sabemos que el PINAR DEL RÍO embarrancó en la entrada del puerto de Denia el 16 de agosto de 2019 causando la pérdida total del buque, accidente que tal vez pudo haberse evitado si se hubieran investigado con rigor los accidentes anteriores. Para eso ha de servir el organismo de investigación de siniestros marítimos. Las decisiones que toma el Pleno de la Ciaim sobre investigar o no un accidente, o de eliminar un accidente previsto para investigar, tienen consecuencias para la seguridad marítima y han de comportar las correspondientes responsabilidades.
LA LABOR DE LA CIAIM
Hemos analizado el trabajo de la Ciaim desde el año 2018 en base a los datos que han publicado en su página oficial en internet. Este es el resultado:
AÑO A INVESTIGAR FINALIZADOS PENDIENTES
2018 32 26 6
2019 23 12 11
2020 33 6 27
2021 13 0 13
TOTALES 101 44 57
En porcentajes:
Año 2018, investigaciones finalizadas: 81,25%; pendientes: 18,75%
Año 2019, investigaciones finalizadas: 52,17%; pendientes: 47,83%
Año 2020, investigaciones finalizadas: 18,18%; pendientes: 81,82%
Año 2021 (7 meses), investigaciones finalizadas: 0%; pendientes: 100%
Con estos números, considerando 214 días laborables al año, la productividad real de los investigadores de campo empleados en la Ciaim, seis ingenieros navales y dos marinos mercantes, según la información suministrada por la Secretaría de la Ciaim (otra anomalía pues lo lógico, imprescindible, sería contar con una mayoría de marinos, preferentemente capitanes; los ingenieros navales carecen de la experiencia de navegación necesaria para comprender los accidentes marítimos), resulta:
Año 2018, informes realizados: 26; por investigador: 3,25; tiempo medio empleado: 66 días.
Año 2019, informes realizados: 12; por investigador: 1,5; tiempo medio empleado: 143 días.
Año 2020, informes realizados: 6; por investigador: 0,75; tiempo medio empleado: 285 días.

Las conclusiones caen por su propio peso.
- La Ciaim tiene una producción muy escasa, en números absolutos y en números relativos.
- Está dirigida por un órgano denominado Pleno que no cumple los criterios esenciales del Código de la OMI para la investigación de siniestros y sucesos marítimos: independencia, autonomía y capacidad.
- Los investigadores de campo no son, ni mucho menos, idóneos para desarrollar la labor investigadora, pues la mayoría de los accidentes e incidentes marítimos tienen como causa los procedimientos operativos desarrollados a bordo. Y de la misma forma que los ingenieros que diseñan los quirófanos no están capacitados para analizar el desarrollo de una intervención quirúrgica, los ingenieros navales no están formados para analizar un abordaje, un incendio a bordo o la colisión de un buque contra el muelle.
- Y además, los sucesos a investigar aparecen y desaparecen con nocturnidad, sin más, un proceder inadmisible.
Estamos ante un organismo que implora una urgente y profunda reforma. En su actual formato, la utilidad pública de la Ciaim está en entredicho.
NOTA DEL EDITOR. La foto de portada, el ferry PINAR DEL RIO embarrancado en la entrada del puerto de Denia, es obra de Javier Rullán
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Necesitamos una comisión de investigación de accidentes independiente, rigurosa y eficaz (1)