La pandemia de la Covid-19 ha comportado una regionalización de la demanda de los servicios de transporte de corta distancia que no ha ido acompañada de una modificación legislativa. Esta ha sido una de las peticiones principales que se ha realizado durante la jornada ‘Pacto verde y Covid: un nuevo escenario de oportunidades para el TCMD’, organizada por la Shortsea Promotion Centre (SPC) Spain. En el encuentro, coorganizado junto al puerto de Barcelona, se ha destacado la necesidad de impulsar la digitalización y la sostenibilidad como factores para consolidar el transporte marítimo de corta distancia.
Tras constatar una tendencia a la recuperación de los tráficos durante el mes de noviembre, la presidenta del puerto de Barcelona, Mercè Conesa, ha asegurado que “el transporte marítimo de corta distancia ha de ser una palanca para la recuperación económica”. En la misma línea, el presidente de Puertos del Estado, Francisco Toledo, ha recordado que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) contemplan una partida de 32 millones de euros para potenciar la sostenibilidad ambiental. “Hemos comprobado que la apuesta verde no es una opción, sino una necesidad”.

El rol del transporte marítimo de corta distancia en el abastecimiento de la cadena de suministro ha sido el factor que ha resaltado el secretario de Infraestructuras y de Movilidad de la Generalitat de Catalunya, Isidre Gavín. Gavín ha instado a “interiorizar la agenda ambiental en el ámbito del transporte marítimo de corta distancia”.
Recuperación económica y digital
En la sesión inaugural, el secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Ministerio de Transportes, Pedro Saura, ha planteado el papel del transporte marítimo de corta distancia en la recuperación económica a través de los procesos de digitalización. Igual que Francisco Toledo, Saura ha señalado que los fondos públicos de los presupuestos del Estado prevén destinar fondos a la digitalización y a la intermodalidad.
Tras 11 meses de la entrada en vigor de la normativa que establece un límite del contenido de azufre utilizado por los barcos, la jornada ha servido para efectuar un balance de su aplicación. El consejero técnico de la Dirección General de la Marina Mercante (DGMM), Juan Antonio Lecertúa, ha explicado que se han detectado pocas incidencias de incumplimiento y tampoco ha habido problemas de abastecimiento de combustible. Durante este año, Marina Mercante ha inspeccionado 891 barcos, en los que ha detectado 10 incumplimientos y ha tramitado ya siete expedientes.

Dentro de la transición hacia la sostenibilidad, el Gas Natural Licuado (GNL) se está erigiendo en el combustible del futuro. Después de recordar que el transporte marítimo genera tan solo el 3% de las emisiones contaminantes, el gerente de la secretaría técnica de Enagás, José Enrique Murcia, ha comentado que “hasta el año 2050, en el que está prevista la descarbonización del transporte marítimo, el GNL será la garantía de futuro para el sector”.
Crecimiento del GNL
Desde Enagás, se ha anunciado que la inversión global de la administración para cumplir la demanda de GNL superará los 300 millones de euros, aunque ha puntualizado que el esfuerzo de las navieras y empresas ha llevado a que España, especialmente el puerto de Barcelona, tenga una de las infraestructuras más completas para el suministro de GNL y un sistema de peajes de los más competitivos. Según los datos de Enagás, las operaciones con este combustible han crecido un 23% durante el año 2020.
El papel de la digitalización
En otra de las mesas redondas, el secretario general de Transprime Spanish Shippers’ Council, Jordi Espin, ha lamentado que la regionalización de la demanda de los servicios no ha tenido en cuenta las especificaciones del transporte marítimo de corta distancia y no ha impulsado una normativa adecuada. En este sentido, ha advertido que “la pandemia ha empeorado la situación, ya que si no funcionan las operaciones, no sirve de nada fiarlo todo a la digitalización”.
El papel de la digitalización en el transporte marítimo también ha estado presente en la intervención del CEO de Grimaldi Lines en España, Mario Massaroti. El responsable de la naviera ha ensalzado el rol de la logística durante la pandemia y ha expuesto las ventajas del ECO VALENCIA, el nuevo barco propulsado por GNL que ha puesto en marcha Grimaldi hace pocos días. “Es un barco único que se pone al servicio de todos los operadores portuarios, con el que podemos empezar a ver la luz al final del túnel de la crisis”. Una digitalización que ha reivindicado, asimismo, el director general de la empresa Fercam, Xavier Majem, que la ha definido como “el único camino posible hacia el transporte sostenible”.
El transporte marítimo, preparado para afrontar los cambios ambientales
Marina Mercante ve con buenos ojos el trabajo de posicionamiento realizado por el sector del transporte marítimo y, en concreto, el de las navieras de corta distancia, para cumplir con los objetivos medioambientales que imponen los organismos internacionales en el corto y medio plazo. Es parte del mensaje que ha dejado Benito Núñez Quintanilla, director general de la Marina Mercante, en la clausura, este mediodía, de la conferencia anual de SPC Spain.

Desde su despacho en la DGMM y con una breve ponencia titulada ‘El Papel del transporte marítimo en el relanzamiento de la economía española tras el Covid’, Núñez Quintanilla se ha centrado quizá más en el título genérico de la conferencia de SPC Spain: ‘Pacto Verde y Covid: un nuevo escenario de oportunidades para el TMCD’. Y ha señalado que “en un momento convulso en plena crisis de la pandemia, el sector del transporte marítimo ha seguido ofreciendo sus servicios de una manera adecuada y continuada”. Para el director general “es una muestra de su resiliencia: o la capacidad de seguir haciendo las cosas cuando estas van mal dadas”.
Respecto al pacto verde europeo (European Green Deal), ha recordado que la semana pasada en la reunión de la OMI del MEPC75 se aprobaron estudiar las propuestas sobre el Anexo 6 del convenio Marpol, que habla precisamente de este tema, y se aprobaron llevar a estudio medidas de reducción de los gases de efecto invernadero. Con todo, ha recordado que “estas medidas son propuestas a adoptar en 2021 para su puesta en vigor –en caso de ser aceptadas- en 2023”.
La propuesta de la OMI, “si bien no han alcanzado el grado de ambición que algunos –incluyendo a España- hubieran querido, sí que sientan un camino a desarrollar en los próximos años”, ha indicado. Además, las medidas de la OMI se unen –ha explicado- a la propuesta de una zona de bajas emisiones (SECA) para el Sur de Europa y el Mediterráneo y al sistema de comercio de emisiones contaminantes (Emissions Trading System, o ETS).
En su conclusión final, Núñez Quintanilla ha alentado al sector a seguir trabajando en la misma línea de exigencia medioambiental, ya que ésta “va a ser generalizada”. No obstante, ha opinado que “el transporte marítimo está en una buena posición para afrontar este reto y que el futuro es esperanzador en el corto y medio plazo”.