El secretario de Infraestructuras y Movilidad y presidente del Consorcio Port de Mataró, Isidre Gavín, y el alcalde, David Bote, han presentado recientemente las actuaciones de renovación de infraestructura y de servicios portuarios y de remodelación de la zona comercial que se llevarán a cabo, con una inversión total de 5,6 millones de euros hasta el 2021. Al acto también han participado el director de Transportes y Movilidad, David Saldoni, y la gerente del puerto de Mataró, Margarita Díez,
El consejo de gobierno del Consorcio Port de Mataró –formado por la Generalitat de Catalunya y el ayuntamiento de Mataró- ha aprobado los proyectos constructivos que desarrollan las propuestas del plan de inversiones anunciado en septiembre, de forma que las primeras actuaciones se podrán licitar el próximo enero y empezar obras el marzo. En la elaboración de estos proyectos, el consorcio ha recogido sugerencias y mejoras propuestas por las personas usuarias, a través de un proceso participativo.
Estas son las principales actuaciones que se desarrollarán y su programación:
– La remodelación de la zona comercial, accesos, nuevas oficinas y servicios se ejecutarán de marzo a junio de 2020, con un presupuesto de 2,7 millones.
– La adaptación del dique de abrigo al cambio climático empezará el septiembre de 2020, dado que, como obra marítima, requiere de una tramitación ambiental previa. Los trabajos durarán seis meses y tendrán un presupuesto de 1,5 millones.
– Las mejoras de redes de servicios, pavimento y pantalán R se llevarán a cabo entre enero y el marzo de 2021, por un importe de 1,4 millones.
Revitalización del puerto
La remodelación de la zona comercial pretende revitalizar el puerto e integrar medidas de movilidad sostenible y espacios públicos de calidad. En ambos extremos, se colocarán elementos singulares atractivos, como una gran fuente que ha ser una zona lúdica que dé un aire fresco y una plataforma para acontecimientos de pequeño formato. Se formará una gran área verde con espacios de juegos infantiles, espacios de deporte, y zonas de reunión y juegos para jóvenes. Delante de los locales, se colocará un conjunto de cenadores muy permeables visualmente que definirán el marco de las futuras terrazas.
El consorcio trabaja con el objetivo que la remodelación de la zona comercial pueda estar terminada por el verano y que las obras se paren en Semana Santa. Una vez acabadas, se definirán las condiciones del concurso para que se puedan instalar empresas de calidad y se llevará a cabo una campaña promocional.
Para favorecer la movilidad, todo el conjunto tendrá pendientes suaves, eliminando barreras arquitectónicas, se ampliarán las zonas de paseo, se formará una anillo de carril bici, se remodelarán los accesos para pacificar el tráfico rodado y se señalizarán los puntos de recarga de vehículos eléctricos. Por otro lado, se firmará un convenio con la ATM para que los usuarios de transporte público regular puedan aparcar con unas condiciones económicas favorables y se buscarán fórmulas de fidelización para los clientes y usuarios del puerto.
Esta nueva etapa quiere hacer del puerto una equipación integrada con el municipio y pensado para las personas; por eso, se ampliará el horario de atención al público a mediodía y se trasladarán las oficinas a la entrada del puerto, ofreciendo más información y proximidad.
La oferta náutica se diversificará con una zona de alquiler y experiencias, una zona de exposición y una marina seca. También se quiere potenciar la navegación a vela y se ha firmado un convenio con seis entidades no lucrativas que desarrollan una gran tarea social de fomento de los deportes náuticos y de preservación del patrimonio marítimo y natural. Este convenio sigue las directrices de la nueva Ley de Puertos, aprobada recientemente. También se ha renovado el convenio con la Cruz Roja para disponer de un servicio de auxilio a las embarcaciones para prevenir accidentes mayores y dar seguridad a la navegación y embarcaciones del puerto.
Adaptación al cambio climático
En una segunda etapa, se adaptará el dique de abrigo al cambio climático, puesto que el nivel del mar y el cambio de orientación de los temporales hacen más vulnerables a los puertos. Así, se ejecutará un refuerzo del rompeolas que los últimos temporales se llevaron y se construirá un tacón de 90 metros que protegerá la bocana del viento de Garbí y un rompeolas en el paseo para rebotar las olas que sobrepasen. Este elemento es un muro de 1,2 metros que no tapará la visión del mar e incorporará una tira de alumbrado.
Una vez hechas las actuaciones del dique de abrigo, se mejorará el pavimento del vial, las redes de servicios y el pantalán R, puesto que la maquinaria pesada destrozaría el pavimento.