La autorización es para doce meses, prorrogable como máximo un año más, y hasta la resolución del concurso público que se convocará más adelante para el otorgamiento en concesión de estos espacios portuarios.
Marina Sa Riba ha sido la oferta mejor valorada de las tres que finalmente han optado a hacerse con el concurso público convocado el pasado mes de mayo por el consejo de administración de la Autoridad Portuaria, con el objetivo de reforzar el posicionamiento del puerto de Ibiza dentro del mercado de los megayates y satisfacer así la demanda existente en la isla de amarres para grandes esloras.
Con un cánon total ofertado que asciende a 601.000 euros anuales y una propuesta de inversión de aproximadamente medio millón de euros en instalaciones desmontables, Marina Sa Riba explota desde hoy más de 24.000 metros cuadrados de superficie, de los que más de 22.000 corresponden a lámina de agua.
La utilización de la dársena de Levante del puerto de Ibiza para amarres de grandes esloras ha sido posible gracias al traslado este mismo mes de julio de las operaciones portuarias comerciales ubicadas en esta zona del puerto a los nuevos muelles del Botafoc.
