La Dirección General de Marina Mercante (DGMM) está trabajando en el despliegue de una normativa sobre los buques autónomos, especialmente en el ámbito de las medidas de seguridad y conectividad de las zonas de prueba con tráfico marítimo, con el objetivo de adaptar sus especificidades a los convenios de la Organización Marítima Internacional (OMI). Así lo ha anunciado en exclusiva a NAUCHERglobal el consejero técnico de Seguridad y Medio Ambiente de la DGMM, Hernán del Frade de Blas. En este sentido, asegura que las capitanías tendrán la competencia de velar para que se cumplan las directrices de la OMI.
De momento, según confirma Del Frade, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) ya está llevando a cabo ensayos en El Arenosillo (Huelva). A la hora de desarrollar la legislación para los buques autónomos, el consejero técnico admite algunas trabas a resolver para cumplir con la legislación internacional. Así añade que, “estamos debatiendo sobre cuestiones de responsabilidades en caso de incidentes o accidentes en caso de que no exista tripulación, reglamentos de abordaje, revisiones de las buenas prácticas marineras en las que tenemos dudas sobre si se pueden detectar con sensores o determinadas normativas que utilizan expresiones como a la vista de…”
La normativa sobre buques autónomos continúa sus tramites legislativos. Ahora, un punto que “debemos abordar antes o como máximo después del verano es saber si modificamos los convenios para adaptarlos a los requerimientos de la OMI o hacemos unos nuevos”, indica Del Frade.
Grupo de trabajo
El grupo nacional de trabajo de buques y embarcaciones autónomas se formó en diciembre del año 2020 y desde ese momento opera de forma coordinada para la adopción de propuestas encaminadas a favorecer la puesta en marcha de proyectos y la adecuación de la normativa a las necesidades del sector en el ámbito español. En la última reunión, se trataron las medidas de seguridad y conectividad que han de disponer las zonas de prueba con tráfico maritimo para los buques y embarcaciones autónomas, siguiendo las directrices de la OMI, la Comisión Europea y la propia DGMM. También se analizaron otros requisitos, como los permisos para las pruebas, los medios de vigilancia o los seguros exigidos.
El grupo español surgió en otoño del año pasado a raíz de una charla sobre este asunto promovida por la Estrategia sobre Movilidad Seguridad, Sostenible y Conectada 2030 del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma). La primera tarea llevada a cabo consistió en aportar ideas para ampliar la propuesta española de certificación coordinada para los radares de pequeñas embarcaciones.
De hecho, en el Anteproyecto de Ley de Modificación del Texto Refundido de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante y de la Ley de Navegación Marítima, impulsado por el Mitma el pasado mes de febrero, recoge directrices sobre los buques autónomos. En el texto, se señala que “los buques y embarcaciones autónomos estarán siempre bajo el control de su armador y de un operador a distancia con la capacitación necesaria para asegurar la correcta navegación del buque.
En relación a los requisitos de navegación, exige a este tipo de buques “las particularidades que se puedan establecer en la normativa internacional y nacional que les sea de aplicación”. Asimismo, respecto al acceso a los puertos y las terminales, el texto precisa que “previamente a la operación de buques y embarcaciones no tripuladas, se deberá́ comprobar que su navegación es segura. A tal efecto, se podrán establecer zonas de pruebas especificas. Por otro lado, obliga al armador a “realizar una evaluación y análisis de la totalidad de los riesgos de la operación del buque o embarcación no tripulada con carácter previo a la autorización de operación.
Drones de Salvamento Marítimo
Por otro lado, Salvamento Marítimo ha anunciado la creación del Programa Integral de Innovación (iSAR), aprobado recientemente por el Gobierno, y cofinanciado en un 85% por los Fondos Feder. Este incluye aeronaves no tripuladas inteligentes con capacidad de despegar y aterrizar de forma autónoma en embarcaciones en movimiento que faciliten, entre otras funciones, la búsqueda de personas en el mar; sensores inteligentes capaces de detectar náufragos de manera automática en condiciones meteorológicas adversas o en plena noche y puedan también medir los niveles de emisiones atmosféricas de barcos en navegación.
El programa permitirá a Salvamento Marítimo reforzar su posición como organismo de referencia a nivel internacional en los servicios de rescate y salvamento, lucha contra la contaminación marítima y de seguridad marítima y mejorará el servicio público en diferentes aspectos, ya que supondrá una reducción de los tiempos de búsqueda de náufragos y pequeñas embarcaciones, mejorará el control de las emisiones contaminantes de buques, en cumplimiento del Anexo VI del Convenio Internacional Marpol, y aumentará la capacidad de detección de contaminantes en el mar con el objetivo de reducir el impacto medioambiental.