Así, en virtud de este acuerdo y a través de la citada fundación, los alumnos previamente seleccionados de los institutos de formación profesional de Barcelona podrán realizar sus prácticas en las empresas situadas en el recinto de Marina Barcelona 92 que se dedican al sector de los grandes yates. El gerente de Port 2000, Adolf Romagosa, que avanzó esta información, cree que «este sector es muy activo y con un buen potencial de crecimiento en Barcelona, además, en un porcentaje relativamente alto los técnicos y las empresas en las que operan son extranjeras por lo que adiestrar y especializar a nuestra gente y abrirles la puerta de estas empresas les puede garantizar un futuro». Para Romagosa, que también participa de la creación del Clúster Náutico de Barcelona, «la capacidad de Barcelona de crear esta nueva y especializada fuerza laboral, puede y debe contribuir a posicionar a nuestra ciudad como un referente en la náutica internacional».
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