Por tanto, esta actividad portuaria, llevada a cabo por Astilleros Mario López-Cernaval, supone un revulsivo para el tráfico de buques en el puerto, cuya infraestructura se adapta a las nuevas demandas que genera este importante y dinamizador mercado en la capital.
El incremento en el volumen de trabajo hizo necesarias diversas inversiones por parte del concesionario como han sido las dos ampliaciones concesionales que han significado el aumento en la capacidad de espacio y talleres así como la importantísima ampliación llevada a cabo en el dique flotante Andalucía, con el aumento de su eslora.
De esta forma, el dique reformado puede trabajar ahora con buques de hasta 150 metros de eslora contando, además, con la colaboración de la Autoridad Portuaria para que la compañía pueda acoger la reparación de buques de mayor tamaño en otros muelles. Es el caso del MAERSK LABERINTO, con una eslora de 300 metros: debido al éxito de la reparación efectuada al buque MAERSK KAMPALA el año anterior, la compañía ha vuelto a elegir el puerto malacitano para acometer la renovación de acero de este buque el cual, tras una parada de diez días, prosiguió su camino este pasado fin de semana.
Por otro lado, las reparaciones navales llevadas a cabo por Astilleros Mario López-Cernaval contribuyen a la riqueza del puerto y de la ciudad, ya que, además de los empleos directos y de subcontratas, dinamiza otros sectores de importancia como el de los consignatarios, provisionistas, servicios básicos portuarios, u hospedaje y hostelería, entre otros, resultando muy positivo para la creación de empleo y su mantenimiento.