El pesquero SANTA ISABEL, construido en 1972 y navegando bajo pabellón de Belize, es un arrastrero que atracó en los muelles de Chapela, en el puerto de Vigo, a finales de abril. La información sobre la propiedad real del mismo es opaca, figurando únicamente como armador registral AC Fishing Co Ltd, una empresa radicada en Seychelles.
Antes de la llegada del buque al puerto vigués, la ITF (Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte) recibió una solicitud de asesoramiento y ayuda a través del servicio ITF Fishsupport. Los tripulantes alegaban que no habían cobrado sus salarios y que temían ser repatriados a la llegada a puerto sin recibir su dinero.
Cuando ITF acusó recibo de la reclamación y contactó con los trabajadores, éstos afirmaban desconocer el puerto al que se dirigían y tenían miedo a sufrir represalias por pedir ayuda. En la búsqueda de información sobre el buque y su origen, ITF descubre que se trata de un buque acusado de pesca ilegal por ONGs medioambientalistas y que, presumiblemente (datos confusos en el registro de posiciones del AIS) procedía de Montevideo.
Como de costumbre, la ITF envió a a bordo a un inspector, en este caso la inspectora de la zona, Luz Baz Abella, para verificar el alcance de la reclamación y las condiciones a bordo. En su visita, frustrada por un supuesto representante español de la compañía, Luz no pudo acercarse a la tripulación, pero sí constatar el estado general del buque y las penosas condiciones subestándar de habitabilidad.
En base al convenio 188 de la OIT sobre el trabajo en el sector pesquero, recientemente ratificado por España pese a su aprobación en 2007, y la directiva EU 2017/159, la ITF notifica y presenta queja formal ante las autoridades marítimas: Capitanía Marítima de Vigo, como Estado rector del puerto y autoridades de Belize, responsables como Estado del pabellón. Urgía la inspección del buque para verificar las condiciones de seguridad, de vida y habitabilidad a bordo, así como para asistir a los tripulantes en la recuperación de sus salarios.

Hasta hoy, la ITF no ha recibido información alguna respecto a la inspección por parte de las autoridades españolas y solamente el compromiso de las autoridades del pabellón de proceder a una futura inspección (a la vista de las fotografías e información proporcionada por la ITF)
Considerando el esfuerzo y la ingente cantidad de dinero público invertido en sostenibilidad medioambiental y en la persecución de la pesca IUU a nivel europeo, la competencia desleal que suponen estos buques y la importancia para la reputación del proyecto Blue Grouth del puerto de Vigo, ITF informa igualmente por escrito a diferentes entidades con interés en un asunto semejante: Europeche, FAO, EFCA y la Autoridad Portuaria.
En un comunicado público, la ITF reclama la inmediata inspección detallada del buque, la información transparente de los resultados de la inspección y de las medidas adoptadas para garantizar la seguridad de la tripulación y el cumplimiento riguroso con la normativa y los estándares internacionales.
Asimismo, la inspectora de la zona y coordinadora de la ITF en España, Luz Baz, ha hecho un llamamiento a los responsables del sector y a la opinión pública a reflexionar sobre las condiciones de trabajo en el sector pesquero (entendiendo su falta de control como desmotivación para que los jóvenes vayan al mar), la opacidad de un negocio que utiliza banderas a conveniencia y mano de obra en condiciones lamentables, y el hecho de que nos dolemos de los naufragios y homenajeamos a sus víctimas, pero se hace muy poco para prevenirlos, dejando campar impunemente en el océano buques subestándar sin control ni sanción.