El pasado martes, 23 de febrero, la noticia llegó a los medios de comunicación. Había fallecido Luis Casqueiro Barreiro, director general del Instituto Social de la Marina (ISM). Luis Casqueiro, pontevedrés, contaba con esa excepcional unanimidad que consiguen las personas generosas, humildes, trabajadoras, discretas y valientes: el sector pesquero en pleno, sus compañeros de la Administración pública (entre ellos el ministro responsable de la Seguridad Social, José Luis Escrivá) y cuantos trataron con él en cualquiera de los ámbitos que frecuentaba se han volcado en elogios y lamentaciones por la pérdida.
Casqueiro accedió a la dirección del ISM en 2011 tras un impecable periplo administrativo. Técnico Superior de la Seguridad Social, había ejercido de director provincial de Pontevedra del ISM y de secretario general. Su nombramiento como director se debió a la iniciativa del secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granados, en los últimos días del ministro de Trabajo Valeriano Gómez (que había sustituido a Celestino Corbacho un año antes).
En el puesto de director del ISM, su sabiduría profesional y sus cualidades personales merecieron la confianza de los sucesivos ministros y secretarios de Estado: Fátima Báñez, Magdalena Valerio y Yolanda Díaz; y los secretarios de Estado Tomás Burgos, Octavio Granados (repuesto en su cargo anterior por la ministra Valerio) y Yolanda Valdeolivas.
Esa resiliencia demuestra en primer lugar que Luis Casqueiro era una excelente persona. Y demuestra también que en el Ministerio de Trabajo se acercan bastante al ideal prescrito en la Constitución para la selección de cargos públicos: tener en cuenta el mérito y la capacidad de los candidatos.
En una reunión de los integrantes del cuerpo de funcionarios al que pertenecía Luis Casqueiro, el director de ISM explicó con la claridad de su talento las funciones esenciales del ISM: la gestión del régimen especial de seguridad social del mar; el desarrollo y mejora del magnífico servicio de Sanidad Marítima; y la realización de numerosos cursos de formación laboral para marinos y pescadores. Y respondió también a la pregunta sobre su supervivencia en el cargo con Gobiernos de distinto partido y ministros tan variados: trabajar, saber distinguir lo importante de lo accesorio, estar encima de las cosas y rodearte de la mejor gente posible.
Quien fuera ministra de Trabajo en los Gobiernos de Mariano Rajoy, Fátima Báñez, expresó, al conocer el fallecimiento de Luis Casqueiro, un sentido pésame que resume la multitud de alabanzas qaue le han dedicado: Su legado es el de un compromiso permanente por el empleo y la mejora de los derechos sociales de los trabajadores del mar. Una persona extraordinaria.