Y, lo peor, no es que se haya descendido en un único subapartado, sino que se ha hecho en todos y cada uno de ellos en cifras globales: los graneles líquidos han caído el 6,18%, los sólidos a granel lo han hecho el 14,86%, mientras que la mercancía general se ha desplomado el 7,88%, especialmente la contenerizada (-10,82%).
Sin duda, unas cifras que rozan el patetismo derivadas -según el organismo público Puertos del Estado- de la finalización del año chino y el consiguiente descenso de los tráficos Asia-Europa (leer noticia relacionada). Si bien es cierto este punto, la falta de previsión de la mayoría de las Autoridades Portuarias ante un acontecimiento ya sabido denota una falta flagrante en la capacidad de gestión de los enclaves.
Ustedes verán, pero a tenor de las cifras de Puertos del Estado (en los gráficos adjuntos) yo no soy capaz de entender cómo el puerto de Málaga, capital de la costa del Sol y enclave importante por ubicación y población, puede caer ¡cerca del 87%! Clama al cielo que un puerto de interés general pierda de un año a otro 1,48 millones de toneladas, y en sólo dos meses. Bien harían en la ciudad sureña en dejar de preocuparse única y exclusivamente en los cruceros y ponerse a trabajar en las mercancías. Su presidente, José Sánchez Maldonado, un gurú de la economía andaluza a la vista de su currículum, tiene mucho trabajo por delante… pero que se ponga ya a ello.
Y se podría decir lo mismo de Algeciras o Tarragona. Por una u otra razón han descendido también el volumen de mercancías por encima del millón de toneladas. De mantenerse las cifras haría que ambos enclaves fueran ciertamente insostenibles.
En el lado contrario de la balanza se encuentra el puerto de Bilbao. El símil futbolístico «a entrenador nuevo, victoria asegurada», se podría aplicar a la instalación portuaria vasca que hace pocas semanas estrenó presidente.
En el apartado de contenedores, los puertos españoles de interés general movieron entre enero y febrero 2,09 millones de TEUs, lo que significa un descenso de 154.000 unidades respecto al ejercicio anterior. En este sentido, el descenso del flujo Asia-Europa, sumado a la modificación de tarifas de algunas navieras que cubren esta ruta ha generado esta caída que, según las cifras, viene motivada por el número de TEUs en tránsito, que se ha desplomado un 13,7%. Por su parte, los contenedores destinados al comercio exterior (los denominados de import-export) han crecido un 5,3%.