El caso es que, con excepción de la carga contenerizada con destino a otros puertos del sistema estatal, y los pasajeros (tanto de crucero como de líneas regulares) el resto de parámetros cuentan con incrementos. No obstante, estos más leves que en meses anteriores debido a una desaceleración de las importaciones en cuanto a la mercancía general (ver gráficos adjuntos)
Como siempre, los cinco primeros puertos del sistema contabilizan un movimiento que supera la mitad del global, en este caso de más del 55%, lo que vuelve a poner en tela de juicio la necesidad de contar con un sistema público de 28 autoridades portuarias.
El crecimiento de los cinco primeros puertos supera el 7%, pese al estancamiento de Valencia y al descenso de Barcelona, la cual cosa demuestra que sobran varias autoridades plenamente deficitarias en cuanto a tráficos. En el caso de Valencia y, sobre todo Barcelona, pese a su descenso, son los enclaves que más dinero aportan al conjunto portuario estatal. De no existir un sistema centralizado las cifras serían mayores y los beneficios más cuantiosos.
Centrándose en las mercancías según su tipología, los graneles líquidos han crecido el 2%, por el 12% de los sólidos. Por su parte, la mercancía general se apunta un incremento del 4,65%. También ha descendido el número total de buques que han llegado a los puertos españoles en los once primeros meses del pasado año. En total cerca de 3.600 menos. Esta cifra, sumada al incremento de las mercancías, muestra la tendencia al mayor tamaño de los barcos que realizan los trayectos con destino a España.