La publicación de esta medida ha sido acogida con satisfacción por la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao, así como por consignatarios y empresas vinculadas al tráfico marítimo, ya que supone completar el esfuerzo modernizador iniciado con la construcción del puerto exterior y continuado con las recientes actuaciones que están dando nuevo auge a los muelles ferrolanos. Disponer de una zona de fondeo segura atraerá más tráfico, optimizará la ocupación de las líneas de atraque e impulsará nuevas empresas para satisfacer la demanda de servicios por parte de los barcos que fondeen.
En realidad, esta resolución administrativa constituye el reconocimiento de un hecho tangible y contrastado, ya que parte de Ares, por sus condiciones naturales de abrigo, opera históricamente como lugar de fondeo. No obstante, la última legislación portuaria indica que las áreas de fondeo y espera han de pasar a formar parte, con carácter oficial, de la zona de servicio del puerto.
Con este reconocimiento oficial, las autoridades portuarias tendrán que comprometerse, además, a garantizar a los buques que utilicen esas zonas determinados servicios que hasta ahora no tenían asegurados. De este modo, los buques fondeados podrán hacer el relevo de sus tripulaciones, efectuar reparaciones menores que no precisen de entrada en astillero, o podrán recibir avituallamiento de víveres, combustible u otras provisiones. Todo ello derivará en nuevas demandas para el tejido empresarial local, como contratación de taxis, autobuses y pasajes aéreos, actividades en talleres o compras al comercio.
La capitanía marítima, en coordinación con las Autoridades Portuarias y Salvamento Marítimo, establecerán las normas que estime convenientes para el desarrollo de las actividades.
