La debilidad de la cadena de suministro en general, y la de Asia-EEUU en particular, sobre todo la que se refiere a los movimientos de mercancías entre China y la costa oeste de EEUU, nos da casi cada semana un motivo mas de padecimientos a los demás usuarios de otras cadenas. Porqué lo que resulta evidente a estas alturas es que todas las otras cadenas y tráficos mundiales están sufriendo las consecuencias de la debilidad que origina la congestión en los puertos norteamericanos.
Los fletes ya casi no son noticia. Se mantienen en sus niveles y es de esperar, siempre que las tensiones de la cadena Asia-EEUU no se incrementen -difícilmente, pero todo puede ser posible-, veremos como irán fluctuando con tendencia a la baja. El rompecabezas principal de la cuestión es el de las congestiones en los puertos norteamericanos, principalmente en la costa oeste: Los Ángeles y Long Beach con mas de 70 buques portacontenedores esperando atraque, además de los de Seattle y Oakland .
Este es el quid de la cuestión. Las terminales trabajan 24/7 cargando y descargando; pero no hay medios suficientes en los puertos de EEUU para retirar los contenedores llenos, llevarlos a su lugar de destino y reposicionar vacíos con la suficiente celeridad para aliviar la congestión.
Colapso con fecha de caducidad
¿Cuánto durará esta situación? Pues los gurús estiman que durante todo el 2022. Posiblemente, el espectacular aumento de la demanda de productos calificados como ‘retails’ (electrodomésticos, muebles, ropa deportiva…), ocasionada como ya está demostrado por el fuerte ahorro en los hogares de todo el mundo y en EEUU en particular, seguido en todo el 2021 por un incremento del gasto de los consumidores en estos productos cuando se han relajado las consecuencias de la Covid -19, tendrá una fecha de caducidad, cosa que hoy no ocurre; a finales de este año se espera un aumento del 18% del tráfico de contenedores de importación en EEUU sobre las cifras de 2020. Las cifras en 2020 fueron de un aumento de únicamente el 2% sobre 2019, según publicaciones solventes, lo que nos da una idea del espectacular aumento de la demanda con cifras de dos dígitos mensualmente durante la primera mitad de 2021.
En consecuencia, estos tráficos de importación en EEUU inmovilizarán una gran parte de la flota de contenedores disponibles en 2022, con tendencia a una lenta mejora de la congestión fruto de un incremento de la operativa logística ‘en tierra’ y reducción de la demanda de ‘retails’.
¿Cuándo? ¿Cuánto? Nadie se atreve a dar cifras, fechas. Lo que si parece claro es que nos debemos de olvidar de que veremos mejoras sensibles durante la primera mitad de 2022. ¿Qué pasará en España? Seguiremos teniendo equipo para nuestras operaciones de comercio exterior: tarde, caro y con cancelaciones. Habrá que dejar para un futuro que no se vislumbra hasta la segunda mitad de 2022 o inicios de 2023 una sensible recuperación de las cadenas.