Con poco más de 1.700 millas náuticas (3.148 kilómetros) hasta la llegada en Barcelona, el equipo franco-suizo podría cruzar la línea de meta el miércoles, día 25 de marzo, por la mañana. Al segundo y al tercer clasificado se les esperaría en la capital catalana el domingo 29 y el lunes 30, respectivamente.
Pero Stamm y Le Cam tienen aún por delante uno de los tramos más complicados de la Barcelona World Race, con el estrecho de Gibraltar y el siempre imprevisible mar Mediterráneo. Y la zona del Atlántico donde están ahora es de una gran dificultad. Por eso ahora el estado de concentración a bordo es máximo, especialmente con las condiciones con que navegan ahora, vientos muy variables en intensidad.
“A veces, tenemos ocho nudos y vamos con un rizo, y cuando lo soltamos, el viento sube y hay que reducir de nuevo la vela. Así que hay que estar en cubierta todo el tiempo, muy concentrados en los reglajes de las velas”, ha explicado el patrón suizo. Aún así, el CHEMINÉES POUJOULAT avanza, unas 560 al noroeste de las Canarias, a una velocidad media de unos 11 nudos, mientras piensa ya en cómo afrontar el último sprint hasta Barcelona.
Tanta incertidumbre como pueden arrojar las últimas millas sobre la previsión de llegada del CHEMINÉES POUJOULAT es la que en estos momentos se empieza a dibujar en la lucha por el segundo puesto, entre el NEUTROGENA de Guillermo Altadill y José Muñoz y el GAES CENTROS AUDITIVOS de Anna Corbella y Gerard Marín.
Los dos barcos navegan entre la latitud 8º N y 6º N, y se han distanciado lateralmente. Sobre el papel les separan 92 millas náuticas, mientras navegan con alisios del NE de entre 10 y 15 nudos de intensidad. “Los alisios son bastante estables y no tenemos ningún sistema que nos cruce para poder jugar un poco –ha admitido Corbella-, simplemente tenemos este viento de ceñida prácticamente hasta Gibraltar, pero son muchas millas y muchas cosas las que pueden pasar por el camino. Además, estamos un poco más al Este, veremos si le podemos sacar un poco más de provecho para acabar de pillarles en el Mediterráneo”.
“Cada vez hay más ganas de llegar”
La navegante catalana ha añadido que “es una satisfacción cruzar el Ecuador y navegar en nuestro hemisferio”, porque “cada vez hay más ganas de llegar”, según ha dicho. “Estar aquí tienes sus cosas buenas porque estás aislado, es un sitio bonito y vemos cosas que normalmente no puedes ver en tierra, pero por otro lado te faltan muchas cosas, como buena comida, el confort, tu casa, la gente, los amigos, la familia… Todo esto se va acumulando”, ha reconocido.
En el hemisferio Sur, quienes no se sienten tan solos son los tripulantes del WE ARE WATER y del ONE PLANET, ONE OCEAN & PHARMATON, separados por sólo 12 millas, después de que los hermanos Bruno y Willy Garcia hayan sido un poco más rápidos que Aleix Gelabert y Didac Costa en las últimas horas. Lo cierto es que los dos barcos han sido los más veloces de la flota durante la mañana, con una media de 13,5 nudos y 13,3 nudos, respectivamente, y podrían volver a cruzarse, mientras remontan el Atlántico Sur ya con los vientos alisios del Este.
También buenas velocidades promedia el RENAULT CAPTUR, clasificado en la sexta plaza provisional. Jörg Riechers y Sébastien Audigane han navegado durante la mañana a 12,4 nudos de media, aunque están atravesando una zona anticiclónica frente a la costa brasileña, mucho más al Oeste que sus dos predecesores.
Euforia de haber pasado de una pieza
La opción Oeste ha sido la escogida por el SPIRIT OF HUNGARY para el paso de las Malvinas. Nandor Fa y Conrad Colman avanzan con rumbo NE con vientos de hasta 30 nudos, que les permiten promediar 12,3 nudos de velocidad. En un correo desde el barco, el neozelandés se ha mostrado exultante de poder ganar el Norte: “¡Cómo cambian las cosas de un día a otro! Hemos escapado de las olas amontonadas y rompientes del océano Pacífico, nos escurrimos silenciosamente pasando el cabo de Hornos y ahora vamos a tope de través hacia el Norte bajo un cristalino cielo nocturno. Quizá sea la euforia de haber logrado pasar la parte más dura de nuestra regata de una pieza, pero el cielo está tan claro que parece como si la Vía Láctea estuviese al alcance de mi mano y como si pudiese agarrar el cinturón de Orión para mí. Es increíblemente bello”.