Así, según un comunicado de la asociación, la construcción de buques para transporte de gas natural licuado necesita de una tecnología que está al alcance de muy pocos países, entre ellos España, cuyos astilleros tienen un reconocido y probado nivel tecnológico en la construcción de buques para transporte de GNL. De hecho, según los datos aportados, «ha construido para la propia Knutsen los siguientes barcos: CÁDIZ KNUTSEN (2004) construido en Navantia Puerto Real, mientras que el BILBAO KNUTSEN (2004) y SESTAO KNUTSEN (2007) fueron construidos en Construcciones Navales del Norte (La Naval de Sestao)».
Por lo que se refiere a los buques de GNL que posee Elcano, «el CASTILLO DE VILLALBA (2003) también fue construido por el astillero de Navantia, en Puerto Real». Además también se han se han construido gaseros para otras navieras como el LNG ÍÑIGO TAPIAS (2003) también realizado por La Naval de Sestao.
La propia Stream (Repsol-Gas Natural Fenosa) está actualmente operando, además de con varios de los buques de Knutsen y Elcano ya mencionados, con el MADRID SPIRIT (2004) construido en Puerto Real, el CATALUNYA SPIRIT (2003) construido en La Naval.
Según la asociación, estos siete buques mencionados, que están dando unos resultados excelentes, desmienten que en España no se hayan construido buques de GNL en los últimos diez años como se desprende del artículo. Es más, son una prueba evidente de que España posee la tecnología para su construcción, siendo los últimos astilleros europeos en entregar buques de este tipo.
Un contrato de estas características proporcionaría carga de trabajo a los astilleros españoles en un momento en que el paro castiga al país. «Recordamos, además, que el sector de la construcción naval tiene un factor multiplicador del 2,53 en cuanto a empleo».
Los GNLs actuales tienen elementos novedosos como los nuevos sistemas de propulsión o el aislamiento, que no son problema para los astilleros estatales, que hace tiempo que vienen trabajando en estas novedades de forma satisfactoria. Es más, «hay ahora más conocimiento incorporado que cuando se firmaron los contratos anteriores».
Según la nota, «la consecución de este nuevo contrato significaría la salida de la crisis para el sector de la construcción naval española que, en caso de no materializarse, enviaría un mensaje tremendamente negativo al mercado, ya que se trata de una demanda de buques por parte de un armador español trabajando con operadores españoles y cuya demanda mundial mantendrá un crecimiento sostenido.
Además el reparto del contrato de estos barcos «implicaría carga de trabajo para Bilbao, Ferrol y Cádiz (Puerto Real), zonas que se encuentran en situación muy críticas por ser la construcción naval una de las pocas actividades industriales con potencial».
Por otro lado, la experiencia de los astilleros estatales no se centra sólo en la construcción de este tipo de buques, sino que además proviene de las reparaciones. Como ejemplo cabe destacar el acuerdo que en diciembre del año pasado firmaron Navantia, Reganosa y Gas Natural Comercializadora para ofertar un servicio integral que complete el ciclo de reparación de gaseros con su puesta en operación posterior, garantizando un producto más atractivo y competitivo a los operadores de los buques, además de generar mayor actividad.