La junta directiva cuestionó cómo contempla reunir esa partida la citada entidad “puesto que no deja clara su fuente de financiación, que debería correr, además, a cargo de los propios socios, y si esos trabajos se adjudicarían a empresas ibicencas o a promotoras afines al potente grupo que está detrás de ellos”.
En esta línea el presidente del Club Náutico de Ibiza, Juan Marí, se ha mostrado sorprendido por “los nombres que están detrás de esta propuesta que vienen a vendernos como si fuese una obra de caridad para salvarnos del abandono en el que nos encontramos; un sinsentido que hace aguas por todas partes”, haciendo mención a las acusaciones “sin fundamento, tales como que nuestra administración es opaca”.
Así Marí ha matizado que “esto no da mucho dinero, nuestras cuentas están más que claras y si no hemos efectuado las mejoras precisas es porque estamos en el marco de un proceso jurídico de prórroga de la concesión que nos lo impide”. La junta directiva del club náutico se mostró muy sorprendida porque el avalista de este “club deportivo de nuevo cuño” sea el mismo que hacía los informes a la Autoridad Portuaria de Baleares en contra de su continuidad: Francisco Javier Cisneros Cid.
Así Juan Marí ha reclamado hoy el derecho de los ibicencos a seguir gestionando esta entidad “sin que venga nadie de fuera a acusarnos de falta de impulso” ya que ha matizado “nadie da duros a cuatro pesetas y está claro que las empresas foráneas que pretenden hacerse con nuestro control tienen la pretensión de ganar dinero a nuestra costa quitando a los ciudadanos esta entidad que es suya y que es un verdadero club social”.
Desde la asociación sin ánimo de lucro que gestiona esta institución recuerdan que “hay mucho trabajo por hacer” pero que su labor “es indiscutible” y matizan que “creemos que con la colaboración de los ibicencos podemos mejorar en muchas cosas”. Así esgrimen que desde hace noventa años este club ha albergado a todo tipo de embarcaciones y ha formado a regatistas que han destacado en competiciones de ámbito nacional e internacional: “Un compromiso con la sociedad ibicenca no ha terminado”, puntualizan.
Después de las duras acusaciones vertidas por 12 Millas (ver información relacionada) el Club Náutico de Ibiza ha repasado las actividades que organiza anualmente para la sociedad isleña: desde regatas, cursos, encuentros e iniciativas sociales con colectivos con necesidades especiales que se suceden a lo largo del año que repercuten directamente en la ciudad.
Sobre el mal estado de algunos de los pantalanes desde el club afirman que “está claro que hay deficiencias que no escondemos pero que serán subsanadas cuando nos autoricen el proyecto de reforma que presentamos en 2009”. Juan Marí añadió que “precisamente es ahora, cuando estamos al final del camino de las tramitaciones que nos impedían encauzar los problemas existentes, cuando aparecen de nuevo los tiburones que estaban rondándonos hace seis años y que han vuelto ahora a merodear las aguas de nuestro club”.
“Nuestra Escuela de Vela ha formado a toda una cantera de regatistas de la isla que han dado los mejores resultados”, han apuntado. Según afirman desde la entidad, “esto demuestra la eficacia de nuestra escuela, con una antigüedad de más de 50 años, tanto a nivel deportivo como social”.
Desde la actual dirección del centro recuerdan que “nos hemos volcado en este servicio ampliándolo cada año en el factor técnico, en monitores y en material”. Las actividades veraniegas se suman a un calendario de entrenamientos para los regatistas que forman parte de la plantilla de las diferentes flotillas del club.
En el apartado social, la junta directiva añadió que “estamos orgullosos del programa que impulsamos desde hace más de una década y referente en España: “Un Mar de Posibilidades” destinado a acercar este medio a personas con necesidades especiales de la isla”, y por el que pasan anualmente más de 300 usuarios. Jovens per la mar es otra de las iniciativas a las que ha dado vida el club náutico, destinado a poner en boga la cultura, medio ambiente e historia de las costas de Ibiza, y su calificación de Patrimonio de la Humanidad, en el que participan todos los institutos de las Pitiusas y que ha acogido a más de 7.000 jóvenes desde su inicio.