El puerto de Barcelona ha acogido la primera Jornada sobre la Calidad de las Aguas y el Saneamiento dentro del entorno portuario. Durante las ponencias, se han puesto de relieve las buenas actuaciones y prácticas que lleva a cabo el puerto de Barcelona y la apuesta decidida por la sostenibilidad y para reducir el impacto ambiental de su actividad.
El encuentro ha contado con la participación de los principales actores relacionados con el seguimiento y las acciones de mejora de las aguas con el propósito de dar una visión general y abierta de la materia. Mariona de Torres de la Agencia Catalana del Agua, durante su exposición sobre los planes de cuenca, ha asegurado que «el puerto de Barcelona es pionero en controlar el estado y la evolución de sus aguas». Desde el Laboratorio de Ingeniería Marina de la Universidad Politécnica de Cataluña, Marc Mestres ha explicado el proyecto ‘Samoa’, un sistema de predicción de las futuras corrientes marinas que puede haber en las próximas 72 horas y que permite actuar mejor ante posibles derrames de hidrocarburos, en los planes de contingencia y en la renovación de las aguas portuarias dentro de sistemas semicerrados. «El puerto de Barcelona fue de los primeros puertos del Estado en apostar por este proyecto», destacó Mestres.
La primera Jornada sobre la Calidad de las Aguas y el Saneamiento ha sido inaugurada por el presidente del grupo de trabajo de Calidad Ambiental del Consejo Rector de la Comunidad Portuaria, Eduard Duran, y el responsable del Medio Marino del puerto de Barcelona, Javier Romo. Este último, ha puesto de manifiesto las actuaciones que, desde hace 20 años, está llevando a cabo el puerto de Barcelona para reducir las presiones sobre sus aguas y cómo mejorar su calidad.
Servicio de recogida de residuos flotantes
En su intervención, también ha destacado que el puerto de Barcelona tiene un servicio de recogida de residuos sólidos flotantes que está operativo los 365 días del año y que funciona desde hace más de 50 años. Estos residuos son en su mayoría plásticos.
En la jornada, también han intervenido otros expertos en contaminación de metales y compuestos orgánicos, como Arantxa Bartolomé del Laboratorio del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua Idaea-CSIC; en las masas de agua portuaria desde una visión de ecosistema como Susana Pinedo, del Centro de Estudios Avanzados de Blanes CEAB-CSIC, y Elisabet Berdalet y Ester Garcés, del Instituto de Ciencias del Mar ICM-CSIC. En la jornada, también han participado representantes de los operadores del puerto de Barcelona, como el director de la terminal de CLH, José Serra; José Luis Sánchez, de TMA; Ana Conesa de Ecoimsa; o José Manuel Juárez, patrón mayor de Barcelona, entre otros.
La calidad de las aguas portuarias es una preocupación común entre la mayoría de los puertos europeos y mundiales. Y el puerto de Barcelona no es una excepción. Las aguas portuarias son receptoras de las descargas de aguas residuales de la zona urbana e industrial de la ciudad y de las actividades del propio puerto. Para mantener su calidad, desde hace años el puerto de Barcelona ha impulsado diversas actuaciones, a pequeña y a gran escala, para conseguir la mejora de las aguas.
Red de saneamiento portuaria
Como ha explicado Javier Romo en la jornada, algunas de las principales actuaciones a nivel infraestructural han sido: la construcción de la nueva red de saneamiento portuaria (que recoge las aguas residuales generadas en todas las instalaciones y actividades del recinto portuario), la colaboración en la puesta en marcha de la depuradora del Llobregat y la apertura de la nueva Bocana Norte, que ha permitido agilizar la renovación de las aguas internas del puerto.
Aparte de las grandes actuaciones, el puerto de Barcelona también presta los servicios de recogida de residuos flotantes de la lámina de agua y de barcos, este último en cumplimiento del convenio internacional Marpol. Y dispone de un plan de contingencias para actuar en caso de incidentes de derrame de hidrocarburos y otras sustancias químicas, así como procedimientos específicos para actuar en casos de otras incidencias marinas.
Este compromiso del puerto de Barcelona con la calidad de sus aguas se enmarca en un plan de actuación mucho más amplio para impulsar acciones a todos los niveles en la lucha contra el cambio climático y cumplir los objetivos de reducción de emisiones fijados para los años 2030 y 2050.