Después de 15 horas de negociación, la intervención directa del coordinador general del IDC, Jordi Aragunde, ha sido clave para que los trabajadores hayan alcanzado un compromiso que llevará, en los próximos días a la firma de un nuevo convenio que tendrá una validez para los próximos seis años.
Entre los principales puntos de este acuerdo está que las empresas portuarias han accedido a desmantelar el pool alternativo en el puerto de Lisboa y las contrataciones directas; y los trabajadores pasarán a formar parte, en un plazo máximo de dos años, del histórico pool existente en la instalación portuaria. Además, se ha comprometido la readmisión de los trabajadores despedidos el año pasado y el pago de los sueldos atrasados.
El nuevo convenio también reflejará la existencia de un sistema mixto, de promoción automática de los estibadores por tiempo de permanencia en los cuatro niveles superiores, y de progresión mixta en dos niveles inferiores; en base a criterios objetivos, que estarán reflejados en el convenio (absentismo, puntualidad, sanciones disciplinarias, utilización de equipamientos de seguridad y control de alcoholemia y estupefacientes). Además, habrá diez niveles de escala salarial, entre los que se incluyen dos niveles adicionales, uno mínimo y otro intermedio, para los nuevos empleados que entren a formar parte del sistema.
El salario mínimo acordado será de 850 euros mensuales y el salario máximo alcanzará los 2.326,06 euros para un responsable de operaciones. Además, se dará prioridad a los trabajadores portuarios en el ejercicio de las funciones de ship planning y de yard planning.
Según António Mariano, presidente del SECT, «consideramos que es un acuerdo equilibrado, como resultado las conversaciones mantenidas, y muy positivo desde la perspectiva sindical, teniendo en cuenta los importantes intereses que hay en juego y las dramáticas circunstancias en que se ha llevado a cabo».