En estos días, según un editorial publicado en la página en red de Sea Shepherd, el barco de la organización SAM SIMON, de descubierta contra la pesca pirata de merluza negra o bacalao de profundidad, sorprendió a dos pesqueros con bandera de Guinea Ecuatorial, KUNLUN y YONGDING, faenando ilegalmente en aguas australianas. Esos mismos pesqueros ya habían sido detectados a finales el pasado año por la Armada neozelandesa faenando en aguas protegidas.
Los barcos fueron avistados por el SAM SIMON el pasado 2 de febrero faenando en el mar de Ross con redes prohibidas en cubierta. Avisados por radio desde el SAM SIMON para que abandonaran la zona, el YONGDING, según Sea Sheperd, intentó embestir al barco ecologista, del que se quedó a pocos metros. Es evidente que estos carniceros furtivos (poachers) son agresivos y peligrosos, hasta el plunto de que fueron capaces de repeler a la Armada neozelandesa, afirma el editorial de Sea Shepherd.
Las autoridades neozelandesas conocen la existencia de seis pesqueros bandidos, a los que no han podido perseguir fuera de sus aguas jurisdiccionales. Sea Shepherd acusa a los Gobiernos de la zona de pasividad ante la pesca ilegal en los mares antárticos. En vez de mandar a la Armada a controlar sus aguas, el ministro de Asuntos Exteriores neozelandés, Murray McCully, declara que su Gobierno está trabajando con las autoridades españolas para investigar el vínculo que pueda existir entre los pesqueros bandidos y el sindicato delictivo (criminal syndicate) con sede en España denominado Vidal Armadores, SA, afirma Sea Shepherd, que concluye con una denuncia directa a las autoridades españolas: Confiar que España intervenga es lo mismo que esperar que Al Capone investigara las actividades delictivas de la mafia.
La organización ecologista Sea Shepherd fue fundada en 1977 y cuenta con el apoyo de numerosas personalidades del mundo del cine y de la cultura en su lucha contra la pesca ilegal de ballenas y otras especies protegidas. Recientemente, la organización, que cuenta con numerosos donantes, recibió de la empresa de loterias de Holanda (Dutch Postcode Lottery), la cifra de 8,3 millones de euros.