El encuentro contó con la participación de representantes de 15 Estados miembros de la UE que indicaron su deseo por «permanecer vigilantes ante los intentos de desregular el sector portuario». Según el máximo responsable para Europa del International Dockworkers Council, Anthony Tétard la principal preocupación es la «precariedad y los bajos salarios de los estibadores europeos, cuya apuesta por la formación constante y la prevención de riesgos laborales no siempre encuentra la mejor acogida por parte de la patronal o los Gobiernos de turno».
A modo de ejemplo, Giorgos Gogos, representante sindical del puerto griego de El Pireo, recordó la lucha que mantienen los estibadores helenos en un conflicto que les enfrenta con los responsables de la naviera china Cosco, concesionaria de la terminal de contenedores, y con el propio Gobierno estatal. Gogos cree que el ejemplo de Portugal puede servir para restablecer las conversaciones con el ejecutivo.
También se puso de manifiesto la problemática con el sistema de estiba en España, cuyo acuerdo marco sectorial se ha ido retrasando durante años y, una vez ratificado por las partes (sindicatos, patronales y Gobierno), ha sido denunciado por la Unión Europea, que pone en entredicho el modelo de funcionamiento.