Los poderosos armadores griegos han sido tradicionalmente enemigos de aparecer en público. Prefieren defender sus intereses mediante discretos contactos y presiones. Disponen del privilegio de unos impuestos extraordinariamente suaves, lo que les convierte en blanco de las críticas ante la difícil situación económica que vive Grecia.
El éxito de Marinakis refleja la extension del descontento de los griegos con sus partidos políticos tradicionales, a los que hacen responsables de la bancarrota del país. Marinakis creó hace unas semanas el ticket electoral “El Pireo gana”, con la promesa de crear empleo y llevar a la ciudad a las mismas cotas de éxito que ha sabido imprimir al Olimpiakos, vencedor de 12 campeonatos ligueros en los últimos 14 años. «Yo nací y creci en EI Pireo. Cuidaré y lucharé por el puerto de nuestros corazones”, declaró a la prensa durante la campaña electoral. Según la agencia de noticias Reuters, la decisión de Marinakis, apoyado por la mayoría de los armadores griegos, fue una reacción al anuncio del Gobierno de Antonio Samaras, un conservador equiparable a lo que en España representa Mariano Rajoy, de privatizar el puerto de El Pireo para sanear las finanzas públicas. “Vender el puerto de El Pireo constituiría un trágico error”, declaró entonces Marinakis a una cadena de televisión.
Marinakis, socio mayoritario y presidente de Capital Product Partners, una empresa que cotiza en el Nasdaq de Nueva York y que gestiona una nutrida flota de portacontenedores y petroleros, hizo bandera electoral de su oposición a la decisión del Gobierno de privatizar el puerto de El Pireo. Los planes de Marinakis convertirán el puerto en un hub internacional, con una marina para grandes yates y diversos edificios de oficinas que habrán de impulsar los negocios ligados al comercio marítimo.
Los críticos y opositores ven en Evangelos Marinakis una copia de Silvio Berlusconi, y como a éste, le acusan de asaltar el mundo de la política para defender y ampliar sus intereses personales. “Marinakis es un nuevo fruto nacido de nuestra clase política, un fruto muy peligroso”, declaró Panos Skourletis, portavoz del principal partido de la oposición, el movimiento Syriza.
Frente a Skourletis, la mayoría de los ciudadanos han entregado sus votos a Marinakis en una demostración de hartazgo por la inoperancia y la corrupción de los partidos y políticos tradicionales. Para ellos, el compromiso de Marinakis supone una esperanza de futuro.