Pese al leve crecimiento de las mercancías manipuladas, el presidente de los puertos estatales cree que «nos encontramos ante el ministerio de Fomento más comprometido con los puertos y el transporte marítimo de los últimos años». Viniendo de la etapa previa de Magdalena Álvarez y José Blanco tampoco sería demasiado complicado.
En su intervención, Llorca indicó que en este momento se está trabajando en modificaciones legislativas inmediatas que aporten soluciones para hacer posible una reducción de los costes de escala de los buques. En este sentido a lo largo del presente año está previsto que se aborden diferentes líneas de actuación a fin de que en los próximos presupuestos generales del Estado quede reflejado.
Por un lado, se reducirán los costes portuarios por utilización de infraestructuras y los costes fijos de los concesionarios por ocupación privativa del dominio público, es decir, las tasas a las empresas por estar instaladas en suelo público. Para ello se deflactarán las cuantías básicas de la tasas de utilización en un 5% (8% para los tráficos de corta distancia), y en medio punto porcentual los gravámenes de las tasas de ocupación, lo que supondrá una bajada del 8,5% (en el caso de los astilleros el gravamen se reducirá en dos puntos porcentuales hasta el 4%. Asimismo, se desindexarán del IPC los valores del suelo y la revalorización anual de las tasas.
Sin duda se trata de una buena noticia, entendiendo que se apliquen estos descuentos por igual a todos los puertos de titularidad estatal y no se haga por intereses políticos como ha sucedido en otras ocasiones. En cualquier caso, por equidad, antes de hace nada, Puertos del Estado debería gravar a todas las instalaciones con las mismas tasas cerrando la desigualdad existente hasta ahora.
Otra de las medidas anunciadas por Llorca pasan por el aumento de los coeficientes reductores para algunos tráficos, ampliando las bonificaciones para el tránsito (suena a ventaja competitiva para Algeciras y Valencia), y ampliando la posibilidad de estimación simplificada de las tasas para los coches nuevos.
También se aumentarán las bonificaciones por inversión privada en los muelles, pudiéndose alcanzar una bonificación del 75% de la tasa de ocupación, una medida que llega tarde en puertos como el de Barcelona, por ejemplo, donde ya se han cerrado inversiones importantes durante este mismo año. Según el presidente de Puertos del Estado, «el modelo concesional se revisará para adaptarlo a la situación actual, y se adoptarán medidas como el incremento del plazo concesional en función de la inversión, hasta los 50 años».
Según José Llorca, a la reducción de los costes de escala y manipulación se añadirá la reducción de las actuales barreras de acceso a la prestación de servicios con iguales exigencias para todos los prestadores y racionalizando las tarifas máximas, en el caso de prestador único, incluyendo su desindexación del IPC.
En este sentido, Lorca pretende flexibilizar el sector de la estiba, evitando rigideces (ver noticia relacionada) y «desarrollando mecanismos que favorezcan la reducción de costes será otra cuestión que necesariamente tendremos que abordar, dada la situación creada al llevar la Comisión ante el Tribunal Europeo de Luxemburgo nuestra actual normativa». (ver noticia relacionada)
Los trámites administrativos y su necesaria simplificación es otra de las cuestiones sobre las que trabaja el organismo público. En este sentido, junto con la dirección general de aduanas del ministerio de Hacienda, «estamos perfeccionando el funcionamiento de la ventanilla única aduanera y para-aduanera. Todo ello, junto con la evaluación de riesgos previa llegada de la mercancía, la coordinación de posicionamiento de la mercancía, y la polivalencia de los inspectores».
Para Llorca, la primera fase de lo que en el futuro será la ventanilla única debería estar operativa en 2014, «porque también será un elemento esencial en la reducción de costes y para la competitividad de nuestros puertos, y porque además el propio Gobierno lo incluyó en su proceso de simplificación de la Administración».
En todo, según los datos de cierre del ejercicio 2012 -y obviando la deuda de más de 3.000 millones de euros que arrastran los puertos españoles-, «la rentabilidad del sistema portuario pasó del 1,71% en 2011 al 2,12%; el resultado del ejercicio se incrementó un 44%, en términos homogéneos, elevándose a 236 millones; y los recursos generados por las operaciones aumentaron un 13%, alcanzando los 507 millones de euros. Todo ello, unido a una reducción de las inversiones en un 27% (492 millones), ha hecho posible una disminución del endeudamiento a largo plazo de 81 millones, y un aumento del fondo de maniobra en 192 millones de euros», indicó el presidente.
Estos resultados «han sido compatibles con una reducción de la presión impositiva que ha supuesto el incremento de las bonificaciones por importe de 100 millones de euros, y se han reducido los coeficientes de las tasas portuarias en el 25% de [algunas] Autoridades Portuarias, y nos permitirán una mayor reducción de las tasas próximamente con el objetivo de trasladar a la economía productiva la eficiencia en la gestión portuaria vía la disminución de los costes logísticos».
José Llorca también hizo mención a la conciliación del transporte marítimo con el transporte terrestre, para lo cual, explicó que se creará un fondo ferroportuario que lleve a cabo las inversiones que hagan posible la llegada del ferrocarril a los muelles. El próximo acuerdo que en este sentido firmará Fomento y la Autoridad Portuaria de Barcelona es un paso previo a que las inversiones, a partir de ahora, se realicen de forma conjunta en términos de cofinanciación y dando entrada a la iniciativa privada.
Cuando se plantearon y construyeron las ampliaciones de puertos con infraestructuras por encima de su capacidad operativa, como es el caso del puerto exterior de La Coruña, el de Gijón, o ciertas partes del puerto de Valencia o Algeciras, no se pensaban en estos aspectos. Barcelona y su tejido empresarial marcarán, una vez más, el camino a seguir.