Según las estimaciones del sector pesquero, las ventas de sus productos en nuestro país en sus distintas presentaciones (fresco, refrigerado, conserva, congelado, ahumado, etc.) se han contraído un 20% en los dos primeros meses de 2023 frente a igual periodo del año anterior, tras no ser incluidos como alimentos básicos por el Gobierno en la lista de productos de alimentación a los que decidió reducir o eliminar el IVA para paliar el incremento de precios de la cesta de la compra.
Como consecuencia, según el sector en bloque , la exclusión de estos productos está empujando la desincentivación que ya padece desde hace años su consumo en nuestro país, a pesar de ser uno de los alimentos más básicos y económicos de cualquier dieta saludable (el gasto medio mensual por habitante para acceder a estos productos es sólo de 18 euros), a favor de otros menos recomendados para la salud por sus altos contenidos de calorías, grasas, azúcares o sal, y con pocos nutrientes esenciales como las grasas esenciales Omega-3, vitaminas y minerales.
En este sentido, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), el consumo de productos pesqueros ha registrado un descenso del 15,2% entre los meses de enero y noviembre de 2022, con respecto al mismo periodo del año anterior. Esta caída se suma al descenso del 20,4 % del consumo en los hogares entre 2008 y 2021. Además, señala el sector, esta decisión “paradójicamente” debilita el potencial privilegio de la población española, frente a la de otros países, de disponer de esta proteína de gran calidad en una extensa variedad de especies, productos y preparados que “posibilita el hecho de contar con una de las cadenas pesqueras más grandes y profesionales del mundo”.
Al margen de ello, apunta el sector, esta menor ingesta a favor de otros alimentos menos saludables tendrá a medio plazo serias consecuencias en la salud de las capas poblacionales más sensibles a las variaciones de precios ante circunstancias excepcionales, como la actual, y disparará, consecuentemente, el gasto del sistema sanitario.