Barberá recordó que la situación, que se produjo después de un temporal de excepcional virulencia, tras quedar varados esos dos barcos, lo que motivó la curiosidad de miles de valencianos que acudieron hasta el lugar, “hasta el punto que hubo que acordonar la zona para mantener la situación calmada y que no se produjera ningún percance”.
Aunque los dos buques quedaron varados, no se produjo ningún tipo de vertido ni pérdida de cargamento ni tampoco hubo daños no materiales, antes de que la capitanía marítima asumiera la dirección de las maniobras de salvamento y la demarcación de costas comenzase a acometer las obras de recuperación».
El jefe de la demarcación de costas, Vicente Ibarra, explicó cómo se produjeron vientos de más 100 kilómetros por hora, acompañados de lluvia y grandes olas, y cómo de los 17 barcos fondeados, “dos no consiguieron hacerse con el control y fueron a la deriva hasta aparecer varados en esta playa de El Saler, afectando a la línea de costa, las dunas y el fondo marítimo”.
El CELIA y el SUNRISE fueron rescatados, respectivamente, el 25 de octubre y el 1 de noviembre, “pero el 12 de noviembre se produjo un segundo temporal que agravó los daños sufridos”. Se vieron afectados 5.400 metros cuadrados de superficie dunar y unos 300 metros de litoral, mientras que el dragado de los canales para su reflotamiento obligó a una actuación de regeneración de 6.540 metros cúbicos en el caso del CELIA y 12.300 metros cúbicos en el del SUNRISE.
La alcaldesa reveló que estos trabajos de recuperación han incluido la replantación de más de 15.000 ejemplares de especies autóctonas, suministradas por el ayuntamiento pero no con cargo al ayuntamiento, a la vez que destacó que los más de 600.000 euros que ha supuesto la intervención “han sido sufragados por las compañías aseguradoras de los dos barcos varados, que han asumido la responsabilidad total”.