Así, las pérdidas de explotación conjuntas alcanzaron 239 millones de dólares en 2012. Sólo 7 de estas 21 compañías obtuvieron resultados positivos. CMA CGM obtuvo el mayor beneficio de explotación, con 989 millones de dólares (aunque este resultado incluye el de su negocio de terminales portuarias, que contribuyó con 200 millones). A continuación figura Maersk Line, con 483 millones de beneficio.
Las pérdidas netas acumuladas de las empresas matrices de estas 21 navieras (incluyendo las operaciones de transporte de líneas no regulares, así como otras pérdidas) sumaron 4.704 millones de dólares, también durante 2012.
Tras un primer trimestre desastroso, en el que la media de márgenes operativos cayó un 12%, las empresas consiguieron salir brevemente de los números rojos en el segundo y tercer trimestre de 2012, gracias a un sensible aumento del precio de los fletes. Sin embargo, en el cuarto trimestre, que incluye la temporada tradicionalmente baja de fin de año, los márgenes operativos volvieron a las cifras negativas.
Sin embargo, a pesar de estos resultados, cabe resaltar que en 2012 los números mejoraron significativamente en comparación con el año anterior, cuando el mismo grupo de compañías registró unas pérdidas conjuntas de explotación de 5.970 millones de dólares.
Sobre este aspecto, Alphaliner considera que la incapacidad de las navieras para volver a la rentabilidad es un mal presagio de cara al ejercicio en curso, en el que prevé que el desequilibrio entre la demanda y la oferta pueda continuar aumentando.
De hecho, así parece atestiguarlo los datos (publicados por NAUCHERglobal), de que la flota mundial de portacontenedores amarrados ha alcanzado en lo que va de año su nivel más alto, según los datos de Lloyd’s List Intelligence: 705.994 TEUs, lo que representa un 4,3% de la flota mundial total de este tipo de buques, y un aumento interanual de un 34%. En este sentido, los portacontenedores más pequeños, de entre 3.000 TEUs y 4.999 TEUs, resultan los más afectados, sumando 192.400 TEUs.