Por si fuera poco, la debilidad de los BRICS hace apreciar sensiblemente el dólar respecto a las divisas de los países del Fareast (China y los demás de rebote), Sudámerica (Brasil principalmente) lo que automáticamente repercute en la reducción de los gastos de escala de los buques que navegan en esos tráficos, que son la mayoría.
Menos costes de combustible y menores costes de cuentas de escala palían en gran medida (¡vaya si palían!), los daños del calvario que ocasiona el mercado de fletes para los armadores, sobre todo los de contenedores, que han visto reducir sus ingresos por TEU de manera sensible.
La consecuencia de las bondades reseñadas es que varios armadores han anunciado beneficios en el segundo trimestre del año. ¿Será que le habían puesto velas a la Virgen del Carmen? ¿Y que esta les ha hecho caso? Porque las expectativas de oferta y demanda pintan –pintaban- un futuro no muy esperanzador, ni siquiera para MAERSK, que ya es decir. Insisto, ¿sera la Virgen del Carmen?