La pandemia del coronavirus también ha retrasado la entrada en funcionamiento de la unidad marítima de los Mossos d’Esquadra, prevista para este verano. Aunque la unidad ya está creada, no se puede poner en marcha porque los agentes policiales no han cursado la formación específica de 1.000 horas, que se tenía que llevar a cabo en l’Ametlla de Mar y en el Centro de Seguridad Marítima Integral Jovellanos de Gijón. Está previsto que el nuevo órgano lo dirija un inspector, lo coordine un sargento y esté formado por 32 personas. Como consecuencia del retraso en la formación, fuentes de los Mossos d’Esquadra han indicado a NAUCHERGlobal que no pueden detallar una fecha concreta para que la unidad empiece a funcionar.
Pese a las críticas de algunos sindicatos de los Mossos, como el caso del mayoritario Sap-Fepol, por la inversión prevista de 1,3 millones de euros para desarrollar la nueva actividad, la Conselleria de Interior ha asegurado que seguirá adelante con la iniciativa. Inicialmente, los nuevos Mossos del Mar llevarán a cabo sus funciones administrativas y de seguridad ciudadana en los puertos de L’Ametlla de Mar, Vilanova y la Geltrú y Palamós. Entre sus funciones, se encuentran la vigilancia, patrullaje, inspección y control de entornos naturales, salvamento marítimo, junto al resto de cuerpos competentes, como la propia Guardia Civil, la denuncia de infracciones administrativas en el ámbito náutico o proteger y dar información a los usuarios de las instalaciones portuarias.
49 policías y tres barcos
Además de los 32 agentes que se han de formar, a la unidad se sumarán los 17 integrantes actuales de la división acuática. Estos policías desarrollarán su actividad a bordo de tres barcos de 11 metros de eslora con un coste aproximado de 1,2 millones.
La idea de los Mossos d’Esquadra es finalizar el despliegue del cuerpo marítimo en un plazo de tres años y tener la base de la unidad en el puerto de Barcelona, aunque el calendario se podría retrasar por la crisis del coronavirus. Ante la previsión de poner en marcha en breve el servicio, el sindicato Sap-Fepol reclama que se haga con el número de efectivos necesario y con el material de seguridad adecuado para salir al mar.
El proyecto busca desarrollar las competencias cedidas en el ámbito administrativo del espacio marítimo.
Las funciones de la futura policía del mar catalana, entre otras, se centrarán en sancionar las acciones que incumplan la normativa de preservación del espacio natural y la inspección de las instalaciones y actividades de ocio y deportivas de la costa.