Portavoces de Maersk han puesto de manifiesto la contrariedad que ello supone para los propósitos de reducción de costes que habian planteado las tres grandes navieras mediante la puesta en común de buques y terminales portuarias, algo asi como el “código compartido” de las lineas aéreas.
Para el regulador de la República Popular China no ha quedado demostrado que la alianza traería a China mas beneficios que perjuicios, o que las consecuencias de la misma son beneficiosas para los intereses de las empresas chinas.
Sorprendente. Se temia que la Comisión Europea pusiera dificultades, pero nunca se llegó a considerar la posibilidad de un veto por parte de China. Desde hace un mes, sin embargo, venían apareciendo rumores en el mercado que suponían presiones al Gobierno de Pekín para rechazar la alianza. Presiones que podrían venir de los grandes armadores chinos que veian peligrar una posición favorable en sus mercados que les permitirían crecer en el próximo futuro. Se ha hablado también de nuevas alianzas en las que estarían presentes los armadores chinos. En fin aguas revueltas en estos momentos que deberán aclararse.
Lo que si parece cierto es que el golpe va a ser más duro para unos, MSC y CMA-CGM, que para otros, Maersk. Aguas muy revueltas en las próximas fechas durante las que permaneceremos atentos a los movimientos que seguro que se producirán.