Según Vigipol, la sentencia es simplemente incomprensible y no habla bien de la Justicia española, aunque «ya era sorprendente constatar que el propietario y los responsables de la explotación y el mantenimiento del barco no estuvieran perseguidos», según dice textualmente el comunicado.
Pero las duras reacciones contra un fallo que no repara el daño causado a las víctimas, en opinión de Vigipol, no se han producido solo en el campo sindical. También el presidente del consejo general de Vendée, Bruno Retailleau, se ha mostrado muy crítico con la sentencia del PRESTIGE. En su opinión, el fallo demuestra la impotencia de las leyes de los países europeos para acabar con la impunidad que reina en el negocio de la contaminación marina. Por eso ha hecho un llamamiento para que se revisen con urgencia los convenios internacionales sobre delitos ecológicos, para evitar estas situaciones.
Retailleau también ha criticado que en este juicio no se hayan exigido responsabilidades a las autoridades ni al armador ni al fletador del PRESTIGE.