“Por ser la Marina Mercante elemento fundamental de la defensa nacional…” Así comenzaba el Decreto de 22 de noviembre de 1946 (DO 271), por el que se reorganizaba la Reserva Naval. Las disposiciones generales en sus artículos 1 y 2 matizaban que el objeto de la Reserva Naval era auxiliar a la Marina de Guerra en el desempeño de destinos de carácter militar, tanto en tiempo de paz como de guerra, para lo que la Reserva Naval estaría constituida por personal preparado profesionalmente para desempeñar diversos destinos de carácter militar.
La Reserva Naval Activa era (digo era porque el pasado día 30 de octubre pasó a la reserva el último miembro de ésta escala), el conjunto de personal con titulación superior o media, que procedente de la Marina Mercante (Marina), se integró en el Cuerpo General de la Armada, sección de puente con sus grados de Capitán de Fragata, Capitán de Corbeta, Teniente de Navío, y Alférez de Navío, y Sección de Máquinas, con sus grados de Comandante de Máquinas, Capitán de Máquinas, y Teniente de Máquinas. Fueron algo más de setenta años de existencia, desde el Decreto de noviembre del 1946 hasta la Ley 17/89 de 19 de julio por la que fueron declarados a extinguir en cumplimiento de la Disposición Adicional Sexta.
Haciendo un poco de historia

Los orígenes de la Reserva Naval Activa (R.N.A.) se remontan al siglo XV con la figura del piloto, a cuyo cargo estaba el gobierno marinero del buque y su diario de navegación, coexistiendo sus funciones en las naves militares con las del capitán de guerra, que ejercía el mando supremo de las mismas. Con posterioridad se unieron ambas funciones en la figura del capitán de mar y guerra.
En el siglo XVIII se crea el Cuerpo de Pilotos de la Armada, con consideración y derechos militares, ejerciendo sus funciones en los barcos de guerra bajo las órdenes de los comandantes y oficiales respectivos.
En el siglo XIX, consecuencia de la Guerra de África, el cuadro de oficiales de la Armada escaseaba y fueron oficiales de la marina mercante una importante cantera para de ella obtener oficiales que, previa instrucción militar, mandasen buques mercantes habilitados para transporte de material y tropa e incluso ocupar destinos en Comandancias y Ayudantías de Marina.
Es el año 1915 cuando se crea la Reserva Naval (Real Decreto de 19 de noviembre), constituida por personal de la marina mercante, con el fin de contar con un determinado personal apto y disponible para prestar servicio en la Armada, tanto en tiempo de paz o de guerra, tensión o crisis. Su personal estaba en posesión de una aptitud profesional de aplicación íntegra al servicio de la Armada, imposible de sustituir con el de otras profesiones. Esta Reserva Naval desaparece al crearse en 1932 el Cuerpo General de Servicios Marítimos

Al estallar la Guerra Civil el 18 de julio de 1936, la Marina Mercante hubo de incorporarse al esfuerzo bélico que se desarrollaba en los dos bandos beligerantes. Por lo que se refiere a la Armada de la España nacional, se produjo de inmediato la creación de la fuerza de cruceros-auxiliares con los barcos de la Compañía Trasmediterránea y la de las flotillas de bous armados. La clave fue la reestructuración de la antigua Reserva Naval, ordenándose el 6 de noviembre de 1936 la incorporación a la Reserva de 56 capitanes y oficiales de la Marina Mercante, y promulgándose el 11 de diciembre un decreto que se complementaría el 17 de ese mes con una orden reorganizando la Reserva Naval Movilizada, que contribuyó de forma eficaz a paliar las dramáticas vacantes de oficiales, habidas como consecuencia de la sublevación de la marinería, y de otra parte para poder dotar a las plantillas de las nuevas unidades, que fueron incorporándose al servicio durante la contienda. Su adscripción fue voluntaria, pudiendo calcularse en no menos de 300 la cifra de oficiales de puente y máquinas que prestaron su servicio en la Armada nacional con categoría de oficial reservista. En una sola convocatoria realizada el 15 de marzo de 1937 se incorporaron 111 oficiales.
En la Armada de la España republicana se produjo también la recluta de oficialidad mercante para su incorporación a su Flota. La Reserva Naval de esa zona se organizó el 13 de marzo de 1937, adscribiéndose el personal que ya estaba previamente militarizado desde los primeros meses de la contienda. En junio de ese año, un nuevo Decreto del día 12, por el que se creaba el Estado Mayor de Marina, ratificaba el encuadramiento y creaba el escalafón propio de la Reserva Naval republicana, que se publicó en agosto de 1937, abarcando 34 capitanes de corbeta y 16 tenientes de navío, figurando en el último, correspondiente a noviembre de 1938, 30 capitanes de corbeta, 46 tenientes de navío, 34 alféreces de navío, 31 oficiales segundos y 22 auxiliares navales; 163 en total.
Finalizada la guerra, la Ley de 19 de febrero de 1942 previó la dependencia de la marina mercante al Ministerio de Marina al ser elemento fundamental de la defensa nacional y reserva natural de la Guerra.

Posteriormente, según el Decreto de 22 de noviembre de 1946 por el que se reorganiza de nuevo la Reserva Naval y la Orden de 23 de febrero de 1949 por la que se aprueba con carácter provisional el Reglamento de la Reserva Naval, se crea la R.N.A. como el conjunto de personal de la Reserva Naval movilizado con carácter permanente para desempeñar algunos destinos de la Armada (puente, máquinas y radio telegrafía).
La R.N.A. ha tenido como objeto, a lo largo de su historia, complementar con carácter permanente y en la proporción que se fijase los efectivos de las escalas de oficiales del Cuerpo General de la Armada. El pase a la R.N.A. se hacía por concurso entre los pertenecientes a la Reserva Naval y aquellos otros oficiales de la Marina Mercante que cumplían con los requisitos establecidos en cada convocatoria, en donde los procedentes de la oficialidad de puente de la marina mercante podían alcanzar el grado de capitán de fragata, y de comandante los de máquinas.
La Orden de 3 de diciembre de 1963 estableció que tuvieran idénticos derechos, obligaciones y consideraciones que los de su mismo grado del resto de cuerpos patentados.
Finalmente, por la disposición adicional sexta de la Ley 17/1989, de 19 de julio, reguladora del Régimen del Personal Militar Profesional, se declaran a extinguir las escalas de la R.N.A., Servicio de Puente y Servicio de Máquinas.
Los miembros de la Reserva Naval Activa

El primer escalafón provisional de la R.N.A. parte del 12 de marzo de 1949. Por entonces existían 123 oficiales del servicio de puente, 44 oficiales del servicio de máquinas y 12 oficiales del servicio de radio-telegrafía, sumando un total de 179 oficiales.
Por otro lado, la última promoción de oficiales de la R.N.A que egresaron de la E.N.M. se remonta a agosto de 1990, tras declararse a extinguir la escala en virtud de la Ley 17/1989.
Como consecuencia de ello, el 30 de octubre de este año 2021, pasó a la situación de reserva su último miembro, dando por finalizada la presencia de marinos mercantes en servicio activo en la Armada.
A lo largo de estos más de 70 años de la R.N.A., alrededor de unos 600 oficiales han formado parte de la Armada. Han embarcado en todo tipo de unidades, desde patrulleros hasta fragatas, pasando por buques anfibios, submarinos y porta aeronaves, ocupando destinos como segundos comandantes, jefes de operaciones, oficiales de maniobra, jefes de máquinas y algunos al mando de patrulleros y buques auxiliares. Otros, además, desarrollaron sus habilidades como pilotos de helicópteros, en buques hidrográficos o como buzos.
En destinos de tierra, han ejercido como Ayudantes de Marina o Segundos Comandantes de las Comandancias Navales, también lo han hecho como profesores en las diferentes escuelas de la Armada, del mismo modo, una gran cantidad de ellos desarrollaron el servicio del practicaje militar en los diferentes puertos militares.
Mi reconocimiento a todos los compañeros que honraron a la Armada a la que sirvieron y que hoy son ya patrimonio imperecedero de nuestra historia patria, en especial a los que nos han dejado, esperando que nuestra historia no caiga en el olvido y que el recuerdo del paso de hombres excepcionales tanto por su valor como por su pericia náutica se mantenga en el tiempo.
Luis Ant. García Martínez
Capitán de Corbeta R.N.A. (R)
Capitán de la Marina Mercante