Reorganización es una palabra que, si vienen de la mano del empleador, casi siempre significa lo mismo: reducción de puestos de trabajo.
Y esto, en el caso de Maersk, quiere decir exactamente eso. Damco y Safmarine son “las chicas feas del baile”… y era de prever. Por una parte Damco, que ha conocido diferentes vicisitudes de la mano de Maersk desde que se la compró a Nedlloyd allá por el año 2005. Sola, acompañada y finalmente integrada en su parte logística desde que Maersk se definió como un operador logístico global, su futuro era precario. Con las compras de empresas aduaneras, plataformas de compra de fletes y otros servicios, estaba claro el futuro de Damco, que esta crisis no ha hecho más que certificar.
Diferentes son las razones para el caso Safmarine: esta marca ha tenido una cierta vida propia todos estos años desde su adquisición en 1999, con un grado de independencia en cuanto a fletes, operatividad y otros aspectos. Se acabó desde ayer. Totalmente integrada en el conglomerado Maersk.
¿Qué queda en el grupo con cierta autonomía? Hamburg-Süd. No le damos mucha vida porque no parece que vaya a ser algo con futuro ante la presencia de las plataformas de compra y gestión de fletes, las cadenas de bloques integrales y la digitalización avanzada de todos los sistemas. Hamburg Süd ha cedido gestión financiera, pricing y RRHH, y nos atrevemos a predecir que pronto cederá todos los ámbitos de organización y gestión. Y SeaLand, que todavía navega por esos mares con su propio nombre, dentro de Maersk, ¿cuánto le queda de autonomía? Por las mismas razones expuestas nos atrevemos a decir que poco.
Como afirmamos al principio, todo ello tendrá un significado claro en la reducción de puestos de trabajo (o costes laborales que llaman). En principio será aproximadamente 3.200 puestos de trabajo, un 4% de la masa laboral de Maersk, con un ahorro de 200 millones de dólares y una mejora del Ebitda, como no podía ser de otra manera.
Mal asunto este de las reorganizaciones y/o integraciones de empresas dentro de sus grupos matrices o mediante procesos de fusión. Al final, siempre pagan los mismos.