El segundo estudio de la OMI sobre GEI, del año 2009 estimaba que el transporte marítimo internacional emitió 870 millones de toneladas, que aproximadamente significan el 2,7% de las emisiones globales de CO2 en 2007.
Así, la OMI ha decidido actualizar estos datos con una estimación actual, ya que en el segundo estudio no se tuvo en cuenta la recesión económica experimentada a escala mundial desde el año 2008.
Los gases de escape son la fuente principal de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de los buques, con el dióxido de carbono como GEI más destacado, tanto en términos de cantidad, como de potencial para el calentamiento global.
El inventario actualizado también proporcionará una base para que el impacto de los gases sea evaluado con las nuevas medidas de eficiencia técnica y operativa de energía para el transporte marítimo internacional, que entró en vigor el 1 de enero del presente año.
El comité de Protección del Medio Marino aprobó en octubre de 2012 el contorno de una actualización de la estimación de las emisiones de gases de efecto invernadero. Así, el grupo de de expertos, reunido desde ayer y hasta el viernes, seguirá considerando la metodología y las hipótesis que se utilizarán en la actualización. La OMI pretende que este taller de expertos proporcione un resumen de sus deliberaciones, y un informe sobre su elaboración en la próxima reunión del citado comité, prevista para el mes de mayo.
Además del dióxido de carbono (CO2), el inventario mundial de gases de efecto invernadero podría incluir el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), los hidrofluorocarbonos (HFC), los perfluorocarbonos (PFC) y el hexafluoruro de azufre (SF6), con sujeción a la disponibilidad de los diferentes datos. Además, otras sustancias importantes que pueden contribuir al cambio climático incluyen óxidos de nitrógeno (NOx), distintos del metano compuestos orgánicos volátiles (COVNM), monóxido de carbono (CO), partículas (PM) y óxidos de azufre (SOx).
La OMI ha adoptado ya las medidas técnicas y operacionales para reducir las emisiones de GEI procedentes del transporte marítimo internacional. El índice de eficiencia energética (EEDI, en su siglas inglesas) es obligatorio para los buques nuevos y el Plan General de Eficiencia Energética (SEEMP, en inglés) es también obligatoria para todos los buques, en virtud de las enmiendas al Anexo VI del Marpol adoptado en 2011 y que entraron en vigor el 1 de enero de este mismo año.