La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha sacado a licitación la concesión administrativa para la construcción y explotación de la nueva terminal pública de pasajeros del puerto de Valencia. Esta infraestructura se ubicará en una superficie total de aproximadamente 100.000 m2, ubicada entre el Muelle de Poniente y el Muelle del Espigón del Turia, en la zona anteriormente ocupada por el astillero de Unión Naval de Valencia. La concesión se otorgará por un plazo de 35 años, prorrogables hasta un máximo de 50 años. El plazo para presentar oferta finaliza el próximo 17 de abril.
Atendiendo al pliego de bases del concurso, la nueva terminal estará destinada a atender al tráfico de cruceros, las líneas regulares con Baleares y Argelia, así como tráfico ro-ro. Para ello, la nueva terminal deberá disponer al menos cuatro atraques, permitiendo al menos uno de ellos el de un crucero de 360 metros de eslora y otro atraque de al menos 250 metros de longitud. Todos los atraques deberán estar equipados con red de suministro eléctrico para los buques. La terminal deberá ser capaz de acoger en una misma jornada dos buques de cruceros, uno en régimen de puerto base y otro en régimen de tránsito, y dos buques tipo ferry / ro-pax.
Dadas sus características, la nueva terminal deberá garantizar la operativa independiente de los pasajeros de cruceros y los pasajeros de líneas regulares. Asimismo, el pliego contempla un edificio para la recepción de pasajeros provisto de hall de entrada, área para depósito de equipajes, control de seguridad equipado con rayos X y arcos detectores de metales, espacio para aduanas y para los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
Por lo que respecta a los servicios propios de la terminal, el pliego contempla que, como mínimo, proporcione espacio para sanidad, área de espera, pasarelas para el acceso desde el pasillo de embarque al buque y viceversa con cámaras de seguridad, wi-fi, oficina de turismo, zona de aseos públicos, sala de descanso para la tripulación y área de check-in para las líneas de crucero.
Opcionalmente, el concesionario podrá proporcionar otros servicios como oficina para la APV, área para grupos grandes, almacenes, zona VIP, área de restauración, zona comercial, ‘vending’, cajeros, zonas de alquiler de vehículos o sala de rezos. El diseño de la terminal deberá garantizar la accesibilidad para las personas de movilidad reducida.
Terminal con dos accesos independientes
Por lo que respecta al área exterior, la terminal deberá contar con zona de aparcamiento de corta estancia con al menos 100 plazas, zona de estacionamiento para autobuses y transporte colectivo con al menos 10 plazas, parada de taxis. Asimismo, dispondrá de una zona de espera para pasaje de línea regular internacional para la Operación Paso del Estrecho con 600 plazas de aparcamiento, zona recreativa infantil y zona de restauración y servicios. La nueva terminal contará con dos accesos independientes: el de vehículos pesados que llegarán a través del Acceso Sur y el de vehículos ligeros que entrarán a la terminal por los accesos previstos por la parte ciudadana.
La ordenación de la nueva terminal deberá respetar los cuatro elementos del antiguo astillero de Unión Naval de Levante, catalogados por la Cátedra Demetrio Ribes como piezas de valor histórico artístico. En concreto, se trata del depósito de agua, la grada de construcción de buques, 2 grúas que podrán ser colocadas en otra ubicación y la subnave A de la nave III. En este último caso, la APV acometerá la rehabilitación de la estructura, fachada y cubiertas de este edificio, mientras que el concesionario se ocupará del resto de la reforma para su adecuación al nuevo uso previsto, respetando la arquitectura de la nave y la fachada oeste de la misma. Será un edificio histórico y emblemático de la Valencia marítima que continuará prestando servicio a la ciudad y a la ciudadanía – más de 100 años después de su construcción – ahora, con las más modernas tecnologías medioambientales.
Además del plan de negocio, los licitadores deberán presentar un ambicioso plan medioambiental, que deberá incluir el compromiso de adopción de un sistema de gestión ecológico y sostenible, la participación en las iniciativas conjuntas que promueva la APV, así como un estudio de evaluación de impacto ambiental. Tal y como establece el pliego, todos los atraques deberán estar equipados con red de suministro eléctrico a los buques atracados; y todas las cubiertas y tejados de las edificaciones existentes deberán estar diseñadas para la instalación de placas solares fotovoltaicas. Asimismo, los licitadores deberán presentar un plan de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) para la nueva terminal pública de pasajeros.
Para la adjudicación de la oferta, el pliego establece 45 puntos para la oferta económica y 55 puntos para el plan de negocio. En concreto, para la adjudicación de los puntos relativos al plan de negocio, se otorgarán 15 puntos para la operativa de la terminal, valorando los procedimientos operativos y la organización de la terminal, la ordenación del ámbito de la concesión, el proyecto básico y la integración de la Subnave A de la Nave 3. Por su parte, la estrategia general de negocio y el plan de RSC se valorarán con 5 puntos, respectivamente. En el caso del plan de RSC, se tendrán en cuenta la estrategia de gobierno corporativo, así como las medidas de igualdad de género, conciliación familiar y condiciones de accesibilidad universal. Por su parte, el Plan Medioambiental aportado por los licitadores permitirá obtener hasta 20 puntos. De ellos, siete puntos se otorgarán a las medidas de reducción de emisiones de CO2 equivalentes y/o en consumo energético en maquinaria, equipos e instalaciones de la terminal; otros siete puntos se otorgarán a la propuesta con un mayor porcentaje de uso de energía procedente de fuentes renovables; y los seis restantes se otorgarán a la propuesta con un mayor porcentaje de maquinaria y equipos eléctricos o que funcionen con combustibles alternativos no derivados del petróleo. Finalmente, la oferta de tarifas será valorada con 10 puntos.
Transición energética del transporte terrestre
Las instalaciones de #SuperLabPorts han acogido un taller de trabajo colaborativo para el sector del transporte terrestre, organizado por la Fundación Valenciaport. Esta sesión participativa se organizó como parte de una iniciativa, impulsada por la Autoridad Portuaria de Valencia cuya finalidad es definir la Hoja de Ruta para reducir el impacto ambiental de los camiones que operan de forma habitual en el puerto de Valencia.
El objetivo de esta primera sesión era conocer la visión del sector con respecto a los desafíos y retos a los que se enfrenta, mediante la exposición de sus experiencias pasadas, sus perspectivas de futuro y su opinión del contexto actual.
Los asistentes trabajaron, organizados en tres grupos y coordinados en todo momento por integrantes del equipo de Innovación y Desarrollo del Clúster de la Fundación Valenciaport. En las tres estaciones de trabajo colaborativas planteadas, se trataron temas como las ventajas e inconvenientes de las diferentes alternativas tecnológicas presentes y futuras; las iniciativas en marcha y posibles acciones para reducir el impacto medioambiental de su actividad y los problemas que encuentran al operar en el recinto portuario.
Los resultados de este taller contribuirán a la propuesta de un plan de actuaciones para conseguir un transporte terrestre en el puerto de Valencia significativamente más sostenible. Además de la realización de sesiones colaborativas, se realizará un estudio detallado de la situación actual de la flota que opera en el puerto de Valencia y de las particularidades e idiosincrasia del sector.
Todo ello, será la base para el análisis de la viabilidad económico-técnica de las tecnologías disponibles y la referencia para proponer paquetes de medidas a corto, medio y largo plazo, con el objetivo de favorecer la transición energética del sector del transporte terrestre de contenedores.