Laura Pujol y Mariano Fernández han escrito un libro extraordinario y especial, “La mente y el corazón del logista”, Marge Books, Barcelona 2016, un libro sencillo, presentado de forma humilde, pero profundo y lleno de talento. El mercado editorial cuenta con una nómina nutrida de libros académicos que explican el transporte marítimo, el comercio internacional y la logística a través de las normas, la documentación y los procedimientos que regulan las diversas actividades que se encadenan en una operación de importación/exportación y transporte. Libros útiles, necesarios sin duda, que constituyen una guía para estudiantes y trabajadores que acceden al sector.
“La mente y el corazón del logista” es otra cosa. Su propósito va mucho más allá del repertorio normativo y de las prácticas utilizadas en el mundo del transporte y del comercio. Es un libro de filosofía, sociología y política, que parte de historias cotidianas vividas por un operador logístico y que de cada una de ellas extraen los autores una enseñanza, una máxima o un consejo que sólo la sabiduría es capaz de formular. Por ejemplo: Sé el que más sabe; fórmate, lee y aprende apasionadamente toda tu vida (página 35). Tanto en los buenos como en los malos tiempos, no hay coste mayor que dejar de evolucionar con el mercado (página 87). Siéntete seguro de ti mismo, pero no arrogante. Sé humilde, para no dormirte en los laureles, porque el mundo es agresivo y hoy en día, desde cualquier lugar del planeta, alguien cree que puede dar el mismo servicio que tú (página 122).
No pediré perdón por reconocer que el libro de Laura Pujol y Mariano Fernández me ha recordado el Libro Rojo atribuido a Mao Tse Tung (o Mao Ze Dong, como escriben ahora) y la pedagogía contenida en las obras clásicas de Platón, Esopo y Montaigne, por citar algunos. Creadores que escrutaban la realidad y la amasaban, la cocían y la contaban para mejorarla y para darle sentido ético y estético.
En cada una de las historias que contiene el libro se palpa la vida real del operador logístico o transitario, los riesgos que corre, las amenazas a las que hace frente, el cúmulo de conocimientos y habilidades que ha de desplegar para llevar a buen puerto la necesidad de transporte de un fabricante. Pensaba mientras las leía en mis alumnos del grado de “Logística y empresas marítimas” (Tecnocampus de Mataró/Universidad Pompeu Fabra), a quienes recomendaré con particular énfasis la lectura de “La mente y el corazón del logista”, porque en este libro, más y mejor que en cualquier otro de los que recomendamos en la bibliografía, descubrirán los arcanos de su trabajo, el fascinante mundo del transporte visto desde la atalaya de quien se dedica a organizar y ejecutar la entrega de una mercancía, su embarque y la descarga en el punto de destino. En este libro hallarán la respuesta a su futuro profesional. O se enamoran de los avatares del logista (persona especializada en métodos de organización, según el Diccionario de la Real Academia), o mejor que estudien otra materia.
Además de una estructura impecable, con tres estadios (LA OFERTA, LA EJECUCIÓN y COMUNICACIÓN, COMUNICACIÓN, COMUNICACIÓN), que a su vez contienen los capítulos donde se insertan las historias concretas, la obra de Laura Pujol y Mariano Fernández está escrita con un lenguaje llano y directo. Pocas frases subordinadas, las preposiciones justas, los calificativos imprescindibles para que el lector no se sienta abrumado ni aburrido, sino cómplice de los autores, que saben que el lector no necesita que le expliquen lo que ya conoce.
En fin, qué les voy a contar, confieso que “La mente y el corazón del logista” me ha parecido una obra de monumental sencillez, un regalo que como lector agradezco de todo corazón.