La actividad pesquera de Sant Carles de la Ràpita, uno de los puertos más importantes de Cataluña en su categoría, genera un importante flujo de personas y mercancías alrededor de la lonja, donde se ubica la zona de carga, descarga y distribución del pescado. En este espacio, en que coinciden los viales internos del puerto con las zonas de trabajo, cada tarde se genera un notable volumen de tráfico rodado, entre pescadores, distribuidores y minoristas, a los que se suman los autobuses de los visitantes. Por ello, el óptimo funcionamiento de la actividad exigía una mejora de los accesos y de la organización viaria.
Las obras de urbanización han comprendido la ordenación de viales y rotondas de acceso para regular la circulación y la segregación de los flujos de movilidad de la zona. También se han delimitado la zona de tendido de las redes pesqueras y los pasos de peatones. Y se han redistribuido las zonas de aparcamiento en tres espacios: coches en general, vehículos de minoristas, y grandes camiones y autobuses.
Para distinguir las diferentes áreas de trabajo, se han empleado varios tipos de pavimento y pilones de diferente tipología. La actuación se ha completado con una nueva señalización horizontal y vertical, y se ha aprovechado para instalar una nueva red de evacuación de aguas pluviales.