Dado que los buques BDC carecen de nacionalidad real, se hallan más allá del alcance de cualquier sindicato nacional de marinos.
Así, pues, la ITF se ha visto obligado a asumir, a escala internacional, el papel tradicionalmente ejercido por los sindicatos nacionales, a saber, la organización y negociación en nombre de las tripulaciones BDC. Desde hace 50 años, la ITF – por intermedio de sus afiliados de marinos y portuarios – ha mantenido una vigorosa campaña contra los propietarios que abandonan la bandera de su propio país, en busca de las tripulaciones más económicas y de normas de seguridad y formación mínimas para sus buques.
La campaña de la ITF contra las banderas de conveniencia, que fue oficialmente lanzada durante el Congreso mundial de 1948, celebrado en Oslo, Noruega, está constituida por dos vías de acción:
- Una campaña política que tiene como objetivo establecer, mediante acuerdo gubernamental internacional, un nexo genuino entre la bandera enarbolada por un buque y la nacionalidad o residencia de sus propietarios, navieros y marinos, eliminando así por entero el sistema de las banderas de conveniencia;
- Una campaña industrial encaminada a conseguir que los marinos que trabajan a bordo de buques de bandera de conveniencia, sea cual fuere su nacionalidad, se hallan protegidos contra cualquier explotación por parte de los propietarios de los buques.
Durante los últimos 50 años, los afiliados marítimos de la ITF han venido estableciendo una política encaminada a conseguir normas mínimas aceptables, que tengan aplicación a los marinos que trabajan a bordo de buques BDC. Dicha política forma la base de un Convenio colectivo estándar de la ITF, en el que se fijan los salarios y condiciones de trabajo para todas las tripulaciones de buques de bandera de conveniencia, sea cual fuere su nacionalidad. Éste es el único convenio normalmente a disposición de los propietarios de buques contra los que se inician medias industriales. La Secretaría de la ITF extiende a todos los buques BDC cubiertos por un convenio aceptable un ‘certificado azul de la ITF’ (blue card), para indicar la aceptación de la ITF de los salarios y condiciones de trabajo existentes a bordo de dicho buque. Alrededor del 25% de todos los buques BDC se hallan hoy día cubiertos por convenios de la ITF, que proporcionan protección directa a más de 90.000 marinos.