Los contratos fueron rubricados por el presidente de la empresa pública, Ricard Font, el director general de Pesca y Asuntos Marítimos, Jordi Ciuraneta, y los patrones mayores de las Cofradías de Pescadores de Palamós, Blanes y Sant Carles de la Ràpita. El objetivo es dotar a las cofradías de pescadores de las tres localidades de un instrumento que aporte valor y mejore la competitividad de la actividad pesquera.
El acuerdo tendrá una vigencia de dos años durante los cuales se desarrollarán objetivos como la mejora de la eficiencia de la gestión de las lonjas (racionalización de la gestión del gasto y de los procesos de trabajo, e incorporación de medidas de transparencia en la gestión que deberán ejecutar las tres cofradías), la optimización del espacio de tierra y el espacio de agua ocupado por la flota pesquera, o el apoyo a las tres cofradías de pescadores con el control de la trazabilidad del pescado y un refuerzo de los servicios de inspección, con periodicidad semanal.
Por su parte, la Administración catalana desarrollará un Programa de mejora de la competitividad del sector pesquero para cada una de las cofradías, creará una comisión de seguimiento y control del cumplimiento de los compromisos adquiridos e impulsará un programa formativo a través de cursos y jornadas técnicas con el objeto de mejorar y ampliar la capacitación empresarial del sector pesquero.