Presente y futuro: La Alianza del Sur
Guerras, crisis energética, conflictos China, EE.UU., Rusia, África y una geoestrategia de gran complejidad y llena de incertidumbres y zozobras. Nadie puede, ni sabe, predecir el futuro y los análisis del presente cambian cada día. ¿Cómo defender a Europa y a nuestros ciudadanos? Solo cabe una respuesta posible: Unidos.
Unidos Portugal, España, Francia, Italia y Grecia para proteger nuestra frontera Sur y hacer que Europa no piense solo en el Báltico o en los mares del Norte o en Ucrania, porque su supervivencia está también en el Sur. La frontera ya no es el Mediterráneo, sino el Cuerno de África, Oriente Medio, el Sahel y ahí, como en Ucrania, debe Europa establecer la defensa de unos principios y valores, de un modelo de vida. De su solidaridad activa.
Esto es nuestro reto del presente y del inmediato futuro y no cabe afrontarlos divididos. Es ahora o nunca.
Una mirada al pasado
Esta visión de la realidad actual tiene, además, unos antecedentes y fundamentos históricos en lo que Roma representó para nuestra actual civilización. En la relación histórica entre Italia y la península Ibérica, entre la cultura romana y antes la griega, y la nuestra. Ahora debemos aprovechar esta identidad de razón, esta identidad de principios y valores.
1. El Derecho Marítimo Romano
2. El Nuevo Desembarco
3. Mi Viaje a Palermo capital con Catania y Siracusa de la Sicilia – EL MID-MED
4. La invitación a Nápoles
5. La Delegación Italiana de la Fundación Philipe Cousteau “Unión de los Océanos” en Piombino Soto
6. La Alianza Marítima Portugal/España/Francia/Italia/Grecia: El guardacostas del Sur de Europa
7. El modelo Italiano: Una alternativa mucho mejor que nuestro caos
Primera: El Derecho Marítimo Romano: ¿Que sería la península Ibérica sin Roma? ¿No habría arados, ni agricultura avanzada, ni aceite, ni manejo del agua, ni vino, ni tantas otras cosas, ni calzadas, villas, termas romanas, acueductos etc., pero sobre todo no habría ni el concepto de ciudadano, ni el Derecho Romano y sin el Derecho Romano y el latín y todo lo demás, que tendríamos ahora?
Así que por eso estudié Derecho Marítimo Romano, su historia y su evolución hasta nuestros días y defiendo ese antecedente que nos hizo tan romanos que llegamos a situar tres emperadores a la cabeza del imperio, junto a poetas y filósofos y tantas otras personas relevantes. Sin esa primera invasión y nuestra romanización y posterior latinización, ni siquiera nos haríamos preguntas, ni habría respuestas a la altura de lo que hoy conocemos, ni siquiera tendríamos dudas.
Segunda: El nuevo desembarco: Italia ha venido trabajando su posición marítima a lo largo de su historia y tiene políticas, organización, estrategias y reuniones globales y por sectores, que le han permitido a sus navieros y operadores ser esenciales hoy para el transporte marítimo, tanto de Italia como la península Ibérica y las islas Baleares y Canarias, como para el resto de las conexiones con Europa, África, Asia, América o el mundo.
Ocupadas la marina mercantil y la logística, elementos esenciales para la economía española, ¿qué va a pasar con los puertos, los servicios portuarios y los sectores de monocultivos locales enfrentados entre sí y sin proyección alguna?
Pues sí; Italia domina el mercado del transporte más importante y su modelo identificable es muy superior, en todo, al caos marítimo y portuario español totalmente carentes de visión, políticas reconocibles, conocimiento y estrategia definida más allá de la defensa a ultranza del predio (puerto o negocio) propio sin visión global, ni seguimiento y apoyo a Bruselas, ni proposición, ni análisis comparados, sin otra lógica que construir para concesionar y vivir de la renta/gestión fácil y el negocio ajeno, que es la realidad portuaria española, tras millones y millones de inversión, que solo sirven para facilitar el desembarco de las navieras chinas, americanas y/o europeas.
En este contexto que no parece importar a nadie más que a mí, tras muchos intentos, predominio de intereses oscuros y políticas egoístas y despilfarro aquí nos encontramos, en nuestro particular desastre marítimo y portuario. En mi caso animando a Italia, a sus operadores y administraciones a mostrarnos su modelo y a colaborar con los operadores y las administraciones locales, necesitados de visión e incentivos, para salir de su sistema marítimo local y cerrado sobre sí mismo y avanzar antes de que todo se decida en Pekín, Moscú o San Petersburgo, Portugal/Italia y España son nuestra mejor alternativa y creo que la de los que seguimos a Jovellanos y a Europa.
Tercera: Viaje a Palermo invitado a participar en el MID-MED y mi conocimiento directo de la realidad italiana, me confirma mi intuición y afirmar mi análisis y mi conocimiento: me permito invitar a los amigos Italianos a desarrollar en España unas jornadas Palermo/Nápoles/Génova/Milán/Piombino, con todos sus operadores y a buscar sinergias con las empresas españolas y tal vez con los gobiernos, tanto centrales como autonómicos.
En Palermo estuvieron la armada de Italia, el guardacostas italiano, los puertos, los gobiernos, los restantes operadores y solo ventajas tiene que invitemos a los operadores marítimos italianos y a sus empresas de apoyo, a una segunda invasión, o mejor sería decir a una visita de cortesía, esta sin resistencias de nadie, ya que ni siquiera los astures o cántabros o los armadores de remolcadores, cuyas empresas están también operando en Europa, podrían oponer resistencia eficaz, mas allá de pequeñas batallas, que tal vez perdieron los últimos invasores por su mal planteamiento y la ignorancia de las “peculiares rarezas” del mercado local de servicios portuarios y las oscuras prácticas de su Derecho Ingenieril, que no administrativo.
Por mi parte llevo años trabajando con los italianos, desde todos los ámbitos marítimos y portuarios y tecnológicos y de protección, I+D+i o cuales quiera otros y no veo aquí en la Hispania a nadie defendiendo un nuevo modelo, si no aferrados al desmodelo que, por irracional e ineficiente, oscuro y obtuso sobrevive al margen de las políticas de Europa y de las estrategias europeas, como las autopistas del mar, el uso de los ferrocarriles de mercancías, y de los corredores o de los modelos de agrupación portuaria, frente al de la competencia entre los puertos más cercanos (Gijón/Avilés) y los de la propia fachada.
Qué pena ver a Portugal crecer inteligente y a Italia invadirmos por etapas. Pero es mejor eso que nada y también la geopolítica, el medio ambiente, la industria naval, la tecnología, la formación, la agricultura, la energía, la defensa, etc., es decir, todos presentes con un modelo que existe, piensa y mira y va adelante y evoluciona y nos debería servir de ejemplo.
Cuarta: Los amigos Italianos me han invitado a las jornadas de Nápoles en septiembre, con una agenda impresionante que pienso seguir, para establecer alianzas en todos los terrenos posibles, y reiterarles mi invitación, y ahora no solo mía sino de la Autoridad Portuaria de Valencia para celebrar juntos, unas jornadas a la que invitamos a todos los que les interese lo marítimo y que van a conocer un modelo alternativo que funciona.
Nosotros hemos liquidado la pesca, los pueblos de la pesca, la cultura de la pesca, las casas del mar, la marina mercante, el salvamento marítimo y los puertos son meros apéndices, de los operadores externos, ahora listos para invertir en ferrocarriles y emular lo que hace 50 años o más, tienen los EE.UU. y tantos otros modelos europeos y mundiales donde mirarnos, tal vez los que no viajan por la costa o no analizan los hechos, prefieren esperar la paz de la estepa y los cementerios, antes de que no quede nada que guardar.
Quinta: La delegación italiana de la Fundación Philippe Cousteau “Unión de los Océanos”. De nuevo, nuestros amigos italianos además de contar con nosotros en numerosos programas de todo tipo, unos dedicados a los niños y jóvenes y su formación y sensibilización como los de Leonardo da Vinci organizado por Carano4Children, otros a proteger el mediterráneo y otros a pensar juntos como pasar del carbón y del acero a las economías azules y verdes, y en definitiva como construir el futuro con visión y perspectiva, pasando de los etruscos a los avances y conocimientos científicos más avanzados: digitalización, blockchain, cool iron, puertos verdes etc., y haciendo, que formen parte activa los ayuntamientos y los restantes gobiernos, a los mayores operadores industriales y tecnológicos italianos, algunos de ellos gigantes europeos y mundiales y a los españoles.
Todo eso es Piombino, donde está nuestra sede Italiana, y nuestros amigos que ya han invitado a Infiesto/Piloña, Gijón, Avilés y a Asturias a participar en la superación de la era del carbón y del acero, sin que hasta la fecha hayan podido incorporarse a la carrera de relevos, que lleva a la humanidad desde Altamira, hasta el Palacio de la Magdalena y a nosotros desde la escuela primaria a encontrar un empleo seguro y sostenible garantizado de por vida… como los de antes.
Sexta: La Alianza Marítima del Sur Europeo: Portugal/España/Francia/Italia/ Grecia. La visión histórica y del presente de portugueses, españoles, franceses, italianos y griegos, no está llena de ignorancia y desprecio por lo propio, sino de respeto y de visión de presente y de futuro.
Entre otras cosas, nos supera en eso y en tener ministerios de la Mar y/o alternativas y modelos orgánicos y posiciones estratégicas muy superiores a nosotros. No tienen mayor centralidad pero sí mejor visión, organización y capacidad de respuestas.
Por ello, la Fundación ha organizado en diversos momentos las conferencias de Madrid contando con Puertos del Estado y su expresidente Fernando González Laxe, con presencia de la ministra de la Mar de Portugal, de los responsables de las autopistas del mar y los posteriores “Corredores” y ahora participa activamente en el esfuerzo de los amigos de Vertebración Ibérica con patronales y operadores, y plantea una Alianza Marítima del Sur con Portugal, España, Francia, Italia y Grecia, como eje vertebrador Atlántico/Mediterráneo y Cantábrico y, por supuesto, articulación organizada de nuestro Sur.
Séptima: El Modelo Italiano: Una alternativa mucho mejor que nuestro caos. He estudiado y conocido por dentro, antes de nuestro salto del 1992 con la Ley de Puertos de la Marina Mercante, que creó un modelo alternativo en España, que ahora requiere modificaciones y cambios, tanto por el paso del tiempo, como por su propio deterioro debido al oscurantismo, la burocratización, la falta de formación y conocimiento, la insensibilidad política, donde no hay un solo partido que las incluya en sus programas o simplemente le interese y donde, salvo la Real Liga Naval, y poco más sufren de encefalograma plano, dispersión y carencia del más mínimo síntoma de vida inteligente.
Ni leemos las políticas europeas, ni estudiamos los modelos comparados, ni nos interesa esfuerzo alguno por construir un modelo alternativo, o al menos copiar uno en clase. Así las cosas, proponemos conocer, estudiar, analizar el italiano y si no hay una alternativa mejor, reproducirlo en todo lo que convenga. Desde luego en mi obsesión por el salvamento, y la protección de vidas humanas, mares y océanos, hacemos una propuesta bien clara: crear un servicio español de Guardacostas aprobado en 1986 en la Conmimar, y no cumplido hasta la fecha por los oscuros de la Audiencia y sus aliados, incorporando la experiencia del modelo Italiano de Guardia Costera y Capitanías Marítimas que no solo está por delante del nuestro, una singladura, si no, en otra galaxia.
Los que se creen expertos en los suyo y cuidan sus huertos, con altos vallados, deberían mirar por encima de ellos para ver también las restantes superioridades galácticas, que han hecho que la industria marítima y naval italiana y sus restantes “inteligencias” operativas y presentes hayan venido para quedarse.
Por mí bienvenidas sean esta segunda invasión romano-italiana, ahora pacífica y comercial, tecnológica y europea y sobre todo si es una avanzadilla de la incorporación de los restantes ventajas de un imperio modelo como fue el romano.
Rafael Lobeto Lobo
Capitán de la Marina Mercante
Abogado
Secretario General de la Fundación Philippe Cousteau