Profesores, amigos, alumnos antiguos y actuales, algunos -pocos- vecinos o entidades de patrimonio, entre otros, han dejado claro, desde buen inicio su total objeción a un desalojo que parece cosa hecha. El principal argumento que esgrimen, al margen de tener que dejar un edificio histórico y emblemático, con una ubicación extraordinaria, es el futuro establecimiento de la facultad: sonaban Vilanova i La Geltrú, Mataró o el distrito del 22@ en Barcelona. Todos ellos muy alejados a lo que tradicionalmente ha sido el core business del sector marítimo, naval y náutico de la capital catalana.
No obstante, NAUCHERglobal ha podido saber de fuentes fiables que la idea del ayuntamiento pasa por dejar que la facultad continúe vinculada con el entorno marino y su futuro siga estando en el frente marítimo de la ciudad, donde, por otro lado, debe estar una institución de estas características. Y, por lo que parece, el consistorio habría reservado un espacioso solar en el barrio de la Barceloneta, concretamente al final del Paseo Joan de Borbó, en el muelle de Levante del puerto (ver mapa e imagen adjuntos).
Es de sobra conocido el interés del ayuntamiento y de la autoridad portuaria para la dinamización del entorno del Port Vell. A la nueva marina de la Bocana Norte, la remodelación de la Marina Port Vell, el significativo cambio de Unión Naval Barcelona a Marina Barcelona 92, la ubicación del hotel Vela o de firmas como Desigual y el futuro establecimiento del Museo Hermitage, se uniría también la nueva Facultad de Náutica de Barcelona (FNB).
El problema fundamental está ahora en quién se debe hacer cargo de la construcción del nuevo edificio pues el rectorado de la UPC ya ha mostrado su negativa a poner un solo euro, ante la falta de fondos que padece y las cuantiosas deudas que debe cubrir, que superan los 100 millones de euros (razón primordial de la venta del edificio actual de la FNB en Pla de Palau).
La respuesta estaría en un acuerdo entre los gobiernos municipal y autonómico y la autoridad portuaria (el solar pertenece al ayuntamiento), y la respuesta quizá podría venir de la mano de la promoción privada que pueda hacerse cargo de la construcción de la nueva sede, cuyo presupuesto podría rondar los 4 o 5 millones de euros. Cabe decir que la venta del edificio actual podría estar entre los 30 y los 40 millones de euros.
Lo cierto es que la FNB actual está al límite de su ocupación y no permite ofrecer nuevas titulaciones, un asunto que su decano actual, Santiago Ordàs, ya ha explicado en alguna ocasión. Además de mantener en el ámbito portuario la nueva sede, su ubicación en el Port Vell permitiría a la UPC tener más alumnos y mejorar su oferta educativa con nuevas titulaciones.
Otro tema es qué pasará con la antigua sede, una joya para los promotores inmobiliarios que, sin embargo, debería seguir formando parte del perfil más ciudadano (ayuntamiento, diputación, administración central o autonómica, Cámara de Comercio…), antes que ser vendida a la iniciativa privada, para el establecimiento -como ya ha sonado con fuerza- de un nuevo local comercial de una afamada cadena de moda española. El problema es que los principales estamentos públicos no tienen dinero para hacer frente a semejante compra. En cualquier caso, desde NAUCHERglobal seguiremos informando de las principales novedades asociadas a este asunto.
Por otro lado, y no menos importante, cabe destacar que el traslado de la FNB sería un punto favorable para la consolidación a medio plazo del Clúster Náutico de Barcelona, entidad que fue constituida formalmente (ver información relacionada) durante el mediodía de ayer.