La propuesta se había presentado con anterioridad por la comisión parlamentaria de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (ENVI) de la propia Eurocámara (ver noticia relacionada). En cambio, los diputados sí aprobaron una enmienda que insta a la Comisión Europea a que presente en el horizonte del año 2015 una propuesta legislativa para crear un sistema basado en incentivos que faciliten el reciclaje seguro y racional de los buques.
Entre los documentos aprobados ayer, destaca el que marca que los eurodiputados quieran asegurarse de que los barcos europeos o de terceros países pero que utilizan regularmente los puertos de la Unión Europea sean desmontados en instalaciones que cuenten con el visto bueno de la UE, aún fuera de los límites de los 27.
Así, según la propuesta aprobada [puede acceder a la misma a través del documento adjunto, a partir de la página nº 35] en Estrasburgo, aquellos ciudadanos europeos que vendan barcos de su propiedad para ser desmontados sobre playas de países en vías de desarrollo podrán ser sancionados. Además, se vigilará que los propietarios no vendan y envíen sus barcos con doce meses de antelación a playas o instalaciones no admitidas por la UE para evitar esta normativa.
Según señaló el secretario general de la Asociación Europea de Puertos (ESPO) Patrick Verhoeven, «acogemos con beneplácito el resultado de la votación. Somos conscientes de la necesidad de crear un incentivo para que los propietarios de buques opten por el reciclaje sostenible, pero los efectos secundarios de los requerimientos podría ser muy negativa para la competitividad de los puertos europeos».
Para Verhoeven, las conversaciones previas y la aprobación en comisión parlamentaria «ha tenido efectos muy negativos en cuanto a la evasión de tráficos». Al referirse la creación de un sistema de incentivos en 2015, según la ESPO «no habrá tiempo para llegar a un marco adecuado, que se correspondería con el objetivo de crear condiciones sostenibles para el reciclaje de los buques, en el respeto de las normas internacionales y la competitividad de los puertos europeos», añadió.
Cabe recordar que la votación en el Europarlamento no tiene ninguna vinculación final. Se trata de un mandato para iniciar negociaciones con el Consejo Europeo de cara a llegar a un acuerdo en primera lectura que, posteriormente, tendrá que ser devuelto a la Cámara.