Entre las medidas concretas que tomaron está el acuerdo para la creación de un comité conjunto de enlace entre IDC e ITF -que se reunirá en enero del próximo año- para concretar las medidas de presión «en protesta contra las políticas neoliberales que están destruyendo empleo y minando las condiciones laborales de los portuarios». Y, de entre estas medidas, está el paro programado de los puertos europeos en el transcurso del primer trimestre de 2013.
Los asistentes, provenientes de puertos de Dinamarca, Francia, Grecia, Italia, Portugal, Suecia, Reino Unido, Malta, Bélgica, Alemania, Noruega, Holanda, España y Estados Unidos aprobaron por unanimidad la denominada Declaración de Barcelona en la que se recoge que el comisario europeo de Transportes y vicepresidente de la CE, Siim Kallas, «ha diseñado y puesto en ejecución una nueva estrategia para debilitar los derechos sociales de los estibadores europeos”.
Según afirmaron desde el sindicato Coordinadora, mayoritario en el sector español de la estiba y cuyo coordinador general, Antolín Goya, lo es también de IDC; las medidas propuestas desde Bruselas son herederas «de proyectos de directivas portuarias que fueron rechazadas en dos ocasiones por el Parlamento Europeo, y contra las que se manifestaron todos los estibadores europeos, así como importantes organizaciones de operadores portuarios y que llevó aparejadas amplias movilizaciones sociales».
En la Declaración de Barcelona los estibadores también constatan cómo «diversos países europeos y sus estibadores portuarios, están siendo víctimas de la estrategia unilateral del comisario Kallas mediante instrumentos que van desde el dictamen motivado contra la reciente legislación española; hasta la presión sobre el gobierno portugués para modificar el marco laboral de la estiba al dictado de sus mandatos; pasando por la desregulación laboral de los terminales portuarios griegos y la previsible presión sobre Bélgica y Alemania para que sus respectivos gobiernos actúen en similar sentido».
Para los firmantes, el objetivo de Kallas pasa por «desregular los modelos de estiba nacionales para imponer, bajo la excusa injustificable de la libertad de establecimiento de las empresas en los puertos, un debilitamiento de las organizaciones sindicales que permita la precarización de las condiciones económicas, sociales y profesionales de los estibadores europeos”.
La Declaración también muestra la disposición de la estiba europea para abrir un diálogo social en el sector portuario, con el objetivo de mejorar la excelencia de los puertos europeos que sea compatible con el manteniendo de los empleos, así como requerir a las organizaciones de operadores portuarios, navieras y autoridades portuarias un posicionamiento favorable a este diálogo social.
Los estibadores europeos también acordaron reforzar la información entre puertos y organizaciones sindicales europeas sobre «las agresiones de los gobiernos y de la Comisión Europea», y sobre las acciones sindicales realizadas en defensa de las condiciones laborales negociadas. Según Coordinadora, «esta cuestión es clave para coordinar la acción sindical europea y luchar unidos frente a cada una de las agresiones que se producen en la actualidad y en el futuro en los puertos europeos, conscientes que el desmantelamiento de un sistema portuario supondrá avanzar un paso hacia el siguiente ataque a otro puerto».