Desde la aprobación de la propuesta, presentada en mayo de 2013, la ESPO ha evaluado el impacto concreto del Reglamento y ha ido expresando sus inquietudes. Las autoridades portuarias europeas estaban muy preocupados por la propuesta inicial de la Comisión Europea, ya que temían que la nueva normativa pudiera ralentizar el avance de los puertos, alejándose de los retos actuales y futuros.
En este sentido, desde un buen principio, la ESPO ha entablado un diálogo constructivo con el ponente Fleckenstein y el resto de personas que han elaborado la nueva normativa. En este sentido, las autoridades portuarias europeas reconocen el esfuerzo realizado por la comisión de Transporte del Parlamento a la hora de entender las necesidades de los puertos.
Así, la ESPO ha puesto de relieve los siguientes compromisos alcanzados: el fortalecimiento del principio de autonomía de las autoridades portuarias para establecer sus propias tarifas (veremos cómo se cumple en España una normativa que desmorona el actual sistema de tarificación centralizada desde el Estado); flexibilidad en la organización de los servicios portuarios, respetando la diversidad de puertos de Europa, al permitir diferentes herramientas (limitaciones espaciales u operativas, presencia de operadores internos…); que el dragado de los puertos no sea considerado como servicio portuario; una mayor claridad sobre las ayuda de Estado a las infraestructuras portuarias y la posibilidad de incluir ciertas inversiones portuarias en el Reglamento general de exenciones (este punto podría afectar al fondo de accesibilidad del Gobierno español por cuanto la construcción de infraestructura deberá depender de cada puerto en concreto y no del conjunto); una mayor transparencia financiera sobre la recepción de fondos públicos (para evitar sobrecostes en la construcción de puertos o instalaciones innecesarias); o la oposición a ampliar la Directiva sbre las concesiones portuarias a través de este mismo Reglamento.
La ESPO reclama del Parlamento Europeo el compromiso de su pleno, según la votación en el Comité de Transporte. En este sentido, los puertos europeos creen que este informe es una buena base para iniciar las negociaciones con el Consejo a fin de lograr un marco legislativo aceptable para los puertos de Europa. Así, la ESPO confía en que las preocupaciones restantes puedan ser abordadas durante estas negociaciones y, por lo tanto, espera que el pleno dé un mandato a los ponentes para iniciar las negociaciones con el Consejo.