Con un volumen de facturación de 46 millones de euros en 2016, cuyo 40% proviene de las exportaciones, se pone en marcha esta etapa tras la adquisición del 60% de su capital por parte del Grupo March que además contempla la adquisición de otras empresas que puedan aportar una aún más amplia cartera de productos y soluciones. También se incluye en los planes de mejora un fortalecimiento de la actividad I+D+i, con la finalidad de reforzar el liderazgo tecnológico que la compañía mantiene en el sector pesquero.
Según Faustino Velasco, fundador y presidente de Satlink, “queremos ser los referentes tecnológicos de la sostenibilidad pesquera en todo el mundo. Disponemos de soluciones punteras y de la capacidad de investigación y desarrollo necesarias para liderar una industria que, forzosamente, ha de apoyarse en la tecnología para adecuar su actividad a normativas cada día más exigentes con la sostenibilidad, trazabilidad y la responsabilidad biológica y medioambiental”.
Más allá del sector pesquero, Satlink también ofrece tecnología de telecomunicaciones vía satélite a los entornos terrestre y aéreo. La compañía tiene acuerdos con las redes mundiales de satélites Inmarsat, Thuraya e Iridium, lo que le permite alcanzar una cobertura global.
La estrategia de Satlink exigirá incorporar nuevos profesionales, con especial atención en los mercados internacionales en los que opera. Actualmente tiene una cartera de más de 6.000 clientes, entre los que se encuentran las principales empresas atuneras a nivel mundial, la gran mayoría de los barcos de la flota pesquera española utilizan los sistemas Satlink para transmitir, vía satélite, su ubicación exacta a los distintos organismos de control de su actividad. Estos sistemas, denominados VMS (Vessel Monitoring Systems), también son conocidos como “Caja Azul”.
Por último, cabe destacar que la compañía está optimizando su sistema de observación electrónica de a bordo (denominado SeaTube), tecnología en la que es pionera y que permite grabar la actividad de un buque pesquero para, posteriormente, ser analizada por parte de observadores o biólogos marinos independientes.