Comentando sobre el resultado de las negociaciones sobre el cambio climático, el nuevo presidente de ECSA, Niels Smedegaard (Dinamarca) ha señalado que “El sector naviero europeo es plenamente consciente del nuevo impulso que se ha dado en París a la lucha contra el cambio climático y está más decidido que nunca a ser parte de la solución. Aunque el transporte marítimo no se menciona explícitamente en el texto final, felicitamos al gobierno francés, a los Estados miembros de la UE y a la Comisión Europea por su papel decisivo en este histórico acuerdo. Para que el transporte marítimo europeo desempeñe también su papel sin perder su competitividad en el contexto global, pedimos a los Estados miembros y a la Comisión que trabajen intensamente en la OMI con sus socios internacionales sobre el control de las emisiones de GHG del transporte marítimo.»
En este sentido, “tras la adopción, en 2011, de medidas obligatorias para reforzar la eficiencia energética del transporte marítimo, el siguiente paso en la OMI es un sistema global de recogida de datos sobre las emisiones de CO2″, ha explicado el secretario general de ECSA, Patrick Verhoeven, que ha añadido que “los gobiernos retomarán en abril las negociaciones en la OMI sobre dicho sistema, con el fin de determinar con precisión la contribución del transporte marítimo a las emisiones globales de CO2. Urgimos a todas las partes a asegurar que estas negociaciones conducen, lo antes posible, a un sistema obligatorio de recogida de datos. Una vez que el mismo esté operativo, la OMI podrá decidir los siguientes pasos a tomar. Junto con nuestros colegas de la International Chamber of Shipping (ICS), estamos dispuestos a contribuir positivamente a este proceso”.
La ECSA confía en que el Parlamento Europeo y la sociedad civil se unan al sector en su apoyo a los gobiernos y a la Comisión para construir una colaboración global en la OMI, ya que ninguna medida regional podría nunca garantizar simultáneamente unas auténticas reducciones de emisiones y unas reglas de juego uniformes en el mercado global de transporte marítimo. La UE ha adoptado un reglamento sobre seguimiento y verificación de emisiones que debería facilitar una verdadera solución global a las emisiones de CO2 de los buques. Ahora es el momento de trasladar estos compromisos a un acuerdo global en la OMI.