La adjudicación de la obra está prevista para antes de final de año, de manera que los trabajos se puedan iniciar en las últimas semanas de 2014 o a principios de 2015. El plazo de ejecución del proyecto es de dos años, por lo que se prevé que esta infraestructura de vital importancia para optimizar la operatividad de la dársena, esté completada a finales de 2016.
El presupuesto fijado para esta obra asciende a 47,5 millones de euros y tiene como objetivo completar el abrigo de la lámina de agua, permitiendo además la habilitación de nuevas explanadas y la ampliación de la longitud de la línea de atraque. Al reforzar el abrigo de la dársena, el contradique mejorará las condiciones de operatividad del puerto, que superará el 90% para la carga y descarga de graneles sólidos y mercancía general. En el caso de los graneles líquidos, los pantalanes petroleros presentan una operatividad del 100%, tanto con la configuración actual del puerto como una vez que se concluya el contradique.
El proyecto comprende la ejecución del último tramo del espigón, tras la ejecución de los primeros 550 metros en la primera fase, hasta alcanzar los 1.300 metros. Además, incluye la ejecución de un nuevo muelle de 300 metros, en la misma alineación que el ya existente, de 900 metros, con lo que la longitud total de la línea de atraque ascenderá a 1.200 metros, ampliables en el futuro. También figura en el proyecto la ampliación de la superficie portuaria en cuatro zonas que suman 12 hectáreas, con lo que se alcanzará una superficie total de 184 hectáreas añadiendo las explanadas ya existentes.
Por último, se incluye la construcción de una nueva mota de cierre en la explanada Sur, que quedará preparada para acometer un relleno posterior y ganar en el futuro otras 25 hectáreas de explanada.
Con la ejecución de la segunda fase del contradique se garantizará la adecuación de la dársena a las necesidades de los operadores, tanto por las condiciones de operatividad, ya que los estudios oficiales ya la habían establecido en un 97% para las maniobras de acceso, como por la puesta a disposición de una gran bolsa de suelo logístico para implantar sus instalaciones.
Entre las empresas que ocuparán a corto plazo estos espacios se encuentran algunos de los principales operadores del puerto de La Coruña, que han completado o se encuentran en la fase final de tramitación de sus concesiones para instalar naves de almacenamiento y distribución de mercancía. Además de Repsol, que construirá un pantalán y una terminal para trasladar a Punta Langosteira el 60% de su actividad en una primera fase, figuran en esta relación otras compañías como Galigrain, principal operador de graneles agroalimentarios del puerto; TMGA, la empresa estibadora con mayor actividad, o Pérez Torres Marítima, que ya está desarrollando operaciones estables de carga de mercancía en Punta Langosteira.
Hasta el momento se han efectuado ya más de 70 operaciones, poniendo de manifiesto las condiciones del puerto exterior para gestionar mercancías de distinta naturaleza. Unas cifras que se irán incrementando de manera sustancial una vez que empiecen a operar las nuevas concesionarias y se vayan sumando otras compañías al proceso de traslado e implantación.
Además de la ejecución de la segunda fase del contradique, la Autoridad Portuaria tiene en marcha otro proceso de licitación para actuaciones en el puerto exterior: consiste en la ampliación de la actual explanada de operaciones contigua al muelle, que se extenderá a lo largo de todo el cantil para facilitar las operaciones de carga y descarga de mercancías, ante el previsible crecimiento de la actividad a corto plazo. Para esta obra, con un importe de 4 millones de euros y un plazo máximo de ejecución de nueve meses, se han presentado 16 ofertas. La previsión es adjudicarla también a finales de año, por lo que se estima que estará concluida a finales de 2015.
