La celebración de las regatas, entrenamientos o prerregatas de la Copa América de vela, que se iniciarán este mismo verano en Barcelona con la presencia de los seis equipos participantes desde sus instalaciones en el recinto portuario y que culminará en octubre del próximo año con la competición en sí, creará un movimiento inusual en los muelles del Port Vell, donde convivirá con las actividades pesqueras, náuticas o los astilleros, entre otros.
En este punto, voces del colectivo de los pescadores de la cofradía de la capital catalana habían mostrado cierta inquietud al desconocer hasta qué punto la influencia de la competición podría interferir en su actividad profesional diaria. Para resolver dudas, NAUCHERglobal se ha puesto en contacto con el director de la Gerencia Urbanística Port Vell (gestora del recinto), David Pino que, en conversación telefónica, ha afirmado que “todas las actividades marítimas profesionales que se realizan en la actualidad en Port Vell podrán continuar sin problemas: desde la actividad pesquera, a las de las marinas, etcétera”.
En este sentido, cabe señalar que las salidas de los veleros de la clase AC75 de la Copa América y las embarcaciones auxiliares y el propio campo de regatas previsto en el frente marítimo de la Ciudad Condal no obstaculizarán en modo alguno otras actividades y, en el caso concreto de la pesca, “las horas previstas -que marca la televisión del evento- son diferentes a las de entrada y salida de la mayoría de los pesqueros, entre las 14:00 horas y las 17:00 horas, y son completamente compatibles con los horarios de los pescadores: la mayoría de la flota de cerco trabajan de noche y arriban a puerto a primera hora de la mañana y, en el caso de la pesca de arrastre, que salen por la mañana, sí podrían coincidir en horario algún día, pero no habrá exclusividad de tráfico y la bocana es lo suficientemente amplia y es cuestión de organizar el tránsito en ese área”.
A la vez, recordar que también salen y saldrán embarcaciones de recreo de las marinas ubicadas en Port Vell, de las escuelas náuticas, de la propia organización de la regata, Mossos d’Esquadra, Guardia Civil, prácticos, etcétera y “ya se controla, sin contratiempos, el tráfico portuario en la zona a diario”.
Según Pino, “recordar que cada uno de los barcos participantes en la Copa América van remolcados y, además, son solo seis… solo las embarcaciones de la clase Optimist de cualquiera de los clubes náuticos-deportivos son más numerosos y nunca ha ocurrido ningún problema”.
Por otro lado, el mismo caso se dará en el municipio de Vilanova i la Geltrú, cuyo puerto acogerá este mismo otoño la primera de las prerregatas previstas por la organización de la Copa América. Desde Ports de la Generalitat, como gestor del recinto villanovense, han explicado que la competición no interferirá en modo alguno en la actividad portuaria habitual (industrial, pesquera o de recreo).